Lo que el viento no se llevó
| 12 de Febrero de 2017 | 02:53

Por IRENE BIANCHI
Mail irenebeatrizbianchi@hotmail.com
Twitter @irenebianchi
- ¡Estoy furiosa con ustedes, chicas! Las esperé el martes en Plaza Moreno y ni aparecieron. ¡Traidoras! Me dejaron plantada. Me hicieron la pera otra vez.
- ¡Ay, Mechita! ¡Perdonános! Es que no estamos en condiciones de exhibir nuestros pechos. Vos porque las tenés hechas. ¡Qué viva! Las tuyas siguen turgentes, como si nada. Las nuestras son verdaderamente inmostrables.
- Pero ustedes no entendieron nada. No se trataba del concurso Miss Universo.
- Mirá, Mecha. Aunque digas que soy una chapada a la antigua, yo estoy de acuerdo con lo que dijo María Martha Serra Lima. Mirá, aquí lo tengo: “Me parece ridículo. La verdad, me parece espantoso. Porque, además, no cualquiera puede mostrar los pechos, porque no son siempre lindos”.
- No se trata de que sean lindos o feos, turgentes o caídos, jóvenes o viejos, macizos o fofos. Es una expresión de libertad, un pasito para derribar tabúes ancestrales, para luchar contra el machismo recalcitrante.
- Pero hay tantos otros reclamos que hacer, que son más urgentes, Mecha. Por ejemplo, que nos equiparen los sueldos a los de los hombres, que no nos discriminen por gordas o poco agraciadas cuando vamos a una entrevista laboral, que tomen en serio las denuncias por violencia doméstica Tantos otros!
- Bueno, pero por algo se empieza, Elvi. Esto movió el avispero ¿o no?
- Digas lo que digas, Mecha, a mí me pareció chancho, vulgar, obsceno.
- ¿Obsceno mostrar los senos? ¿Sabés lo que quiere decir “obsceno”? Repulsivo, detestable. Viene del latín: de “ob caenum”, literalmente “de la basura”. ¿A ustedes les parece que nuestros pechos son equiparables a la basura, siendo el primer y fundamental alimento del bebé? Me parece que están derrapando, chicas.
- ¡Ay, bueno! ¡La profe de literatura da cátedra! No te pongas en maestra ciruela
- A mí me cayó peor el papelonazo de Ottavis en el corso de Monte Caseros.
- ¿Por qué? ¿No tiene derecho a calzarse las plumas y bailar en la comparsa?
- ¿Bailar? ¿Vos lo viste? No se sabía la mínima coreografía. Un desastre.
- Y el detalle nada menor es que ese señor es diputado, por si no se acuerdan. Todas nosotras le estamos pagando el sueldo de su banca en el Congreso.
- Convengamos que hace mucho todos los políticos de este ispa, de derecha, centro o izquierda, conforman una gran comparsa. Pan y circo.
- Cada vez más circo y menos pan, amiga.
- ¿No será que tenemos la clase política que nos merecemos? Al fin y al cabo, esos tipos no son extraterrestres, aunque lo parezcan. No vienen de otra galaxia. Salen del seno de nuestra sociedad.
- ¡Y dále con el seno! ¡Tenés la idea fija! ¿No podemos hablar de otra cosa?
- Estaba pensando que si se pone de moda esto de pelar lolas en cualquier playa, los que están de parabienes son los cirujanos plásticos, porque todas las minas se van a querer tunear para estar a la altura de las circunstancias, ¿no?
- Al precio que deben estar, más vale comprar un par de bombitas de carnaval.
- Me pregunto qué estará pergeñando el Cabezón Tinelli para superar el efecto “tetazo”. ¿Volverá a cortar polleritas? ¿Habrá coreografías más porno?
- No sé. Seguro que se prende del rumor que vincula a su productor estrella con el exitoso imitador, y lo explota al máximo. Sin escrúpulos, fiel a su estilo.
- Temas no le van a faltar. Fíjense que su pollo, Peter Alfonso, gran ganador del Bailando, fue el gran perdedor de los Premios Carlos. Ni a placé.
- Ojalá el viento huracanado que voló todo en La Plata hubiera arrasado con la tele basura y las comedietas berretas de verano. Brindo por eso. ¡Chin, chin!
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