Dientes que encandilan

Lucir una dentadura sana, alineada y blanqueada se ha convertido en la carta de presentación en la sociedad. Por eso el blanqueamiento dental forma ya parte de los tratamientos habituales en la consulta de los dentistas quienes advierten de los riesgos de utilizar sin control productos blanqueantes y de caer en la obsesión de un diente cada vez más blanco, una patología conocida como blancorexia.

El punto de partida para someterse a un blanqueamiento dental es tener una boca sana, tanto en dientes como en encías, además de ser mayor de 18 años.

“Quienes están capacitados para estos tratamientos son los dentistas que deben aplicar un producto agresivo sobre el diente, algo que requiere una supervisión directa”, indican los especialistas en salud bucal.

El peróxido de hidrógeno (en concentraciones entre el 0,1 y el 12%) y el peróxido de carbamida (entre el 16 y 32%) son las moléculas más utilizadas por los laboratorios y en ambos casos el oxígeno que desprenden es el que blanquea el diente.

Pero sin el control de un dentista, utilizar un producto blanqueante de una concentración superior al 0,1% puede conllevar riesgos, el principal la quemadura.

El componente central de los peróxidos es el agua oxigenada que quema los pigmentos del diente, igual que amarillea y aclara el pelo.

“Esa agresividad puede quemar los tejidos blandos y provocar daños irreversibles en la estructura del diente, sobre todo en su vitalidad, además de dolores”, apunta el odontólogo Óscar Castro.

Por eso, advierte de las ofertas de aplicación de productos blanqueantes fuera de las consultas de los dentistas, como en centros de belleza, gimnasios y peluquerías, y alerta ante la “publicidad engañosa y venta de productos por internet”, ya que si se trata de concentraciones elevadas puedan causar graves daños.

Por otro lado, también se plantea la eficacia de un producto y si cumple las expectativas, aunque se venda en farmacias.

“No es dogma de fe comprar un producto en la farmacia para que sea verdaderamente eficaz, tan sólo se trata de que la farmacia tiene una parte de venta cosmética, además de la venta del fármaco”, señala.

Pastas dentales

“La pasta dentífrica blanqueante puede servir como mantenimiento, no es dañina, pero tampoco consigue un blanqueamiento sustancial”, explica el especialista, quien también advierte de los kits blanqueantes. “No todo lo que se vende en farmacia son productos adecuados”, insiste.

Lo importante es que antes de hacer el tratamiento es necesario un control odontológico para constatar la ausencia de caries, patología periodontal o cualquier otra afección bucodental ya que, de lo contrario, los efectos pueden ser perjudiciales. Además, es conveniente realizar una limpieza dental.

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