Vidal se pone la campaña al hombro y baraja candidatos
| 3 de Febrero de 2017 | 01:46

María Eugenia Vidal sorprendió con sus declaraciones. Dijo que “no es el fin del mundo” si el oficialismo pierde las elecciones en la provincia de Buenos Aires. No sólo eso: también afirmó que no está dispuesta a “perder un año de gestión por hacer campaña”.
La Gobernadora generó con esas apreciaciones cierta incomodidad en Cambiemos. Acaso buscó desdramatizar todo lo que se genera alrededor de los comicios de medio término que, para no pocos dirigentes, son de una trascendencia decisiva para el futuro de la coalición gobernante.
Vidal acaso haya reparado luego de aquellas definiciones, que pisó en terreno resbaladizo. Sin rectificarse, se mostró con otro talante, más cercano a una dirigente metida en campaña, cuando anticipó horas después que irá a pedirle el voto a la gente “para seguir adelante con las reformas” que encara en la Provincia.
Es que la mandataria será una pieza tan clave como necesaria en la estrategia electoral del oficialismo. Literalmente, se pondrá al hombro la campaña. Paseará la alta ponderación que registra su figura en todas las encuestas por la vasta y extenuante geografía bonaerense.
Volverá a transformarse, como ocurriera en la pasada elección, en una figura central aún cuando en esta ocasión no sea candidata y asuma el rol de ladera y acompañante de los dirigentes que se pongan la camiseta electoral de Cambiemos.
Esa participación estelar de la mandataria responde a la estrategia urdida en los laboratorios del oficialismo donde se repite, casi como una máxima irrefutable, que “el candidato es la gestión”.
Vidal apuesta, justamente, a que sus labor al frente del Ejecutivo provincial sea plebiscitada por los bonaerenses. Por eso apura a intendentes propios y ajenos para que las obras que se ejecutan en los distritos con fondos provinciales se terminen o estén a punto de concluir para el mes de agosto, cuando llegue el primer turno electoral con la celebración de las Primarias.
Cambiemos jugará buena parte de sus fichas a que los bonaerenses juzguen a la propia Gobernadora. Aún cuando no sea candidata, el oficialismo le tiene reservado un lugar estelar en la marquesina electoral.
Vidal tendrá, en sintonía con esa participación central, autonomía para elegir candidatos. Se trata de una prerrogativa que le concedió la Casa Rosada casi con naturalidad y que se acordó hace apenas algunos días en un encuentro cumbre que tuvo como enviado central del gobierno nacional al influyente jefe de Gabinete, Marcos Peña.
En la Gobernación se asegura que, si fuera por la propia mandataria, el candidato a senador nacional sería Facundo Manes. El neurocientífico es asesor ad honorem de su gobierno y encaja en el perfil de dirigente poco contaminado con la política tradicional que pretenden sectores del PRO.
Manes también tiene el visto bueno de la UCR. Hay dirigentes del centenario partido que trabajan para convencerlo de que se lance definitivamente a la política.
El intendente de Vicente López, Jorge Macri, es otro de los que rankea para ir en la lista de senadores. Se sabe que el alcalde tiene ganas y no se cansa de repetir que hará lo que le pidan su primo, el presidente Mauricio Macri y Vidal. “Voy a estar donde le sea más útil a ellos”, señala.
La ex diputada nacional Gladys González, también es mencionada, pero en este caso como eventual compañera de Manes en la lista.
¿Y Lilita Carrió? La líder de la Coalición Cívica tiene ganas de ser candidata en la Provincia, aunque en el PRO preferirían que compitiera por capital federal.
De todas formas, nadie se atreve a descartar las chances bonaerenses de la chaqueña. Sus acciones crecerían, y mucho, si finalmente Cristina Kirchner en la candidata por el peronismo. “Es la mejor para polarizar”, dicen en Cambiemos.
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