Los animales también sienten celos

Los animales pueden tener también una emoción que normalmente solo se le atribuye a los humanos: los celos. Sobre todo los perros pueden reaccionar negativamente cuando sus dueños le prestan más atención a otros.

Los expertos afirman que los animales pueden sentir celos, pero no del mismo modo que las personas. Para muchos, lo importante es asegurarse el alimento y su lugar en el rango familiar. 

"Esto se aplica a también a otros animales gregarios, como por ejemplo los periquitos, los papagayos y los conejos", señala la especialista en comportamiento animal Henriette Mackensen.

El factor desencadenante es el temor a perder su lugar en la jerarquía. "Este temor se acrecienta por lo general cuando llega otro animal o nace un bebé en la familia. La mascota percibe que peligra su posición e intenta defenderla", agrega. 

Los perros muestran sus celos intentando colocarse continuamente entre el amo y su nuevo rival. O ladran constantemente. En casos extremos pueden volverse agresivos. Por su parte, los gatos manifiestan su discorformidad orinando fuera del arenero. 

¿Qué se debe hacer en estos casos? Es importante tener muy clara las causas, dice Mackensen. Muchas veces, los perros presentan alteraciones en su comportamiento cuando los dueños le dedican menos tiempo. Pero si uno vuelve a prestarle un poco más de atención, generalmente estos celos se le pasarán rápido. 

Y si los celos se deben a la presencia de un nuevo animal, es aconsejable que la primera mascota siga recibiendo su alimento antes que su rival, aconseja la especialista.

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