El jazz sobre el tapete

El jazz, género predilecto de Harry Waters se encuentra otra vez en cuestión debido a su tratamiento en “La La Land”, ganadora de seis Premios de la Academia. El director de la cinta, Damien Chazelle, es un amante obsesivo del género, y escribió un protagonista que solo acepta el jazz “puro” y sin compromisos, algo que, le señala su compañero de banda, es una contradicción con los valores originales del estilo musical, concebida como una fuerza de cambio e improvisación en sus inicios.

Harry se suma al debate: “Es cierto que hace 60 años los músicos de jazz subvirtieron las expectativas y concibieron nuevos modos de aproximarse a la música. El jazz es ahora un camino muy conocido, trillado incluso, y creo que es difícil concebir hoy un modo revolucionario de tocar como se hizo entonces. Pero ojalá el nuevo Art Tatum esté allí afuera, en algún lugar”.