Después de 16 años, cierran la causa por una muerte extraña

Para la Justicia, Valeria González se suicidó el 25 de septiembre de 2001

A 16 años del hecho, tras una serie de idas y vueltas en la investigación -que incluyó hasta el proceso, juicio y sobreseimiento a tres policías acusados de alterar pruebas-, otros dos oficiales de la bonaerense fueron absueltos ayer de culpa y cargo por la muerte de una colega, que trabajaba en una comisaría platense.

Luego de un atraso para la lectura del fallo (ver aparte), en medio de un ambiente de extrema tensión, Juan Carlos Veck y Débora Vizcarra (ambos de la Policía bonaerense), que habían sido procesados, detenidos y luego excarcelados con arresto domiciliario, fueron absueltos por el caso de Valeria González (23), una oficial que apareció muerta de un tiro en la cabeza, el 25 de septiembre de 2001, en Ringuelet.

El Tribunal Oral en lo Criminal V de La Plata -integrado por los jueces Ezequiel Medrano, Andrés Vitali y Carmen Palacios- por unanimidad consideró que la joven oficial González se suicidó.

El veredicto absolutorio causó la inmediata reacción de los familiares de la oficial González, que lloraron en la sala.

En otro sector, los familiares y amigos de los acusados mantuvieron un respetuoso silencio, saludaron a los absueltos y a sus defensores, también emocionados hasta las lágrimas.

En el juicio oral, que comenzó el mes pasado en los Tribunales de 8 y 56, la fiscal de Juicio Florencia Budiño había pedido 15 años de prisión para los acusados.

Por su parte, la doctora Rosario Burlando, como representante de la familia González, había solicitado 22 años de pena, al considerar más agravantes, como la corta edad de la presunta víctima, y la condición de policías de los acusados.

La fiscal Budiño acusó por “homicidio simple agravado por el uso de armas”.

La parte acusadora también pidió que se revoque el beneficio del arresto domiciliario y se dispongan las detenciones de Veck y Vizcarra.

Por su parte, los abogados defensores Juan Barragán, Adrián Fernández Koenig y Daniel Apaz, solicitaron la absolución de los imputados y criticaron duramente la instrucción de la causa.

La semana pasada, luego de los alegatos los imputados hicieron uso de la palabra.

Insistieron en su inocencia y relataron que toda esta situación, sin tener nada que ver en el caso, arruinó sus vidas.

El Tribunal ayer concluyó que en la causa y en este debate no surgieron pruebas sobre un homicidio, y que los peritos fueron terminantes en las audiencias, al explicar que se trató de un suicidio.

“Con la prueba producida en el debate, se determinó de que la muerte de quien en vida fuera Valeria González se produjo por un disparo autoinfligido”, dijeron los magistrados en su voto.

Valeria González prestaba servicios en la comisaría Octava y, hace ya casi 16 años, fue hallada con un tiro en la cabeza, en 1 entre 518 y 519.

El caso se investigó primero como un suicidio y luego acumuló fojas bajo la carátula de “averiguación causales de muerte”.

Sin embargo, una década después -en septiembre de 2011- la investigación tuvo un giro inesperado y los dos agentes de la bonaerense –el ex novio de la víctima y una amiga de la pareja– fueron detenidos.

En esa oportunidad el juez de garantías Guillermo Atencio entendió que se habían reunido elementos probatorios como para sospechar que “un hombre, con la participación de una mujer, efectuó en el interior de un Chevrolet Corsa un disparo de arma de fuego que impactó en el cráneo de González, provocándole la muerte”.

Estaba previsto que el juicio arrancara en octubre pasado, pero la defensa planteó que el Tribunal había cambiado su integración y pidió suspender el debate para analizar una posible recusación.

El debate se inició el mes pasado y terminó con las absoluciones de los sospechosos.

Ahora, la parte acusadora, tanto la fiscal como la abogada Burlando, por el particular damnificado, seguramente apelarán el fallo ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense.

 

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