De la ilusión, a la decepción

Tarde de sol en el Bosque que estuvo colmado, y donde el equipo de Alfaro quedó en deuda

Edición Impresa

Por WALTER EPISCOPO
SENSACIONES

Tarde ideal de sábado con 23 grados en el Bosque. Sol a pleno y cancha. Qué mejor plan para, encima, un fin de semana largo. El Triperío una vez más respondió en gran forma y el “Juan Carmelo Zerillo”, que el último miércoles 26 de abril cumplió 93 años, los recibió. Los hinchas del Lobo enfilaron por la Avenida Iraola, pararon en algún puestito a comer algo al paso, como también los que llegaban por Avenida 60, con la ilusión de ver un buen partido ante un “grande” que llegaba con una formación alternativa, y esperando la recuperación del equipo de Alfaro que venía de perder en el Gigante de Arroyito.

Agradable tarde otoñal, tribunas completas, el caluroso y merecido aplauso para el Gordo Mussis, pibe del Club que logró el ascenso en 2013 y que hoy es titular en el Ciclón. Y hasta ese entonces, los infernales e insoportables mosquitos que estaban por todas partes eran tema de conversación mientras la espera se hacía larga.

Dos empresarios italianos detrás de sus “gafas” oscuras pasaron por la zona de vestuarios y se ubicaron luego en una platea para anotar nombres pensando en el libro de pases de junio próximo. Que Martín Arias, que Ibáñez, que algún juvenil que los deslumbrara se comentaba (nada confirmado por cierto), pero no pasaron desapercibidos los emisarios del fútbol tano que agendaron nombres.

En la Tribuna, Diego Cigara, un tripero de Gonnet que actualmente vive en San Bernardo y se vino hasta 60 y 118 con su mujer Jorgelina, sus hijos Lucio y Clara, y un amigo que llegó desde Brasil, Igor Santana, que quería conocer la cancha del Lobo, cantaban luciendo orgullosos sus camisetas. En la Platea “H”, Mariano Franchini y su hijo Luciano aprovechaban el sol y disfrutaban de la tarde en su querido Bosque con amigos.

Pero tanta expectativa no sería después en el campo de juego retribuida por los hombres vestidos de azul y blanco, que nunca pudieron meterse en partido y jugaron decididamente mal. Y esto lo aprovechó un rival emparchado, con nombres propios conocidos, pero que no habían jugado ni 5 minutos juntos.

Desde el arranque el Ciclón pisó fuerte y pareció ser más agresivo que el dueño de casa. Si bien en algún momento el conjunto de Alfaro pareció emparejar las cosas, tampoco fue gran cosa. “El Perla” Ramírez, que sorprendió en el equipo titular, pareció no pesarle la responsabilidad y jugó con la misma tranquilidad que cuando lo hacía en alguna canchita de su Concordia natal, en Entre Ríos. Bien el pibe que se llevó los pocos aplausos de la tarde, superado solo por Alexis Martín Arias.

El equipo nunca respondió, arrancó muy pocos “uuuhhh!!!”, porque no inquietó demasiado a Nico Navarro. Por eso desde los cuatros costados el cántico de, “Movete Gimnasia movete...”. Pero ni siquiera el empuje desde afuera alcanzó esta vez, y tras el golazo que hizo el Pichi Mercier con sus 37 años a cuestas y definiendo como un goleador de toda la vida, la gente se dio cuenta que la visita estaba más cerca del segundo que los de Alfaro del primero.

Otra vez un equipo de los denominados “grandes” que ganaba en 60 y 118. La última vez que los mens sana habían perdido en su casa había sido el 6 de noviembre pasado por la 9na. fecha del actual torneo cuando Boca se impuso 3-0. Tras aquel juego con los Xeneizes, pasaron por el Bosque: Unión, Belgrano, Quilmes, Sarmiento, Temperley y Aldosivi. Por eso también los silbidos en el final, que si bien no fueron generalizados, se hicieron sentir (y mucho), cuando las primeras sombras empezaban a caer en el Bosque.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE