Ir al trabajo en auto todavía es más barato que hacerlo en taxi o en remís

A pesar del mantenimiento que requiere un vehículo mediano o chico, los costos para movilizarse todos los días desde los barrios platenses al centro son menores. En promedio se ahorra hasta $1.200 mensuales

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Por ALEJANDRO SALAMONE

Supongamos que vivimos en Los Hornos y tenemos un Fiat Palio 1.6 modelo 2014 con el que todos los días hábiles debemos trasladarnos al centro de la Ciudad para concurrir a nuestro trabajo. Y supongamos que queremos ahorrarnos el estrés que suelen generar las complicaciones de un tránsito cada vez más trabado, tanto por las avenidas como por las calles que alguna vez fueron calmas pero que ahora se atascan de coches. Seguramente que estrés vamos a ahorrar, pero si elegimos utilizar taxi o remís lo que no vamos a ahorrar es dinero. Aún con los costos de mantenimiento de un auto, sigue siendo más barato usar el coche particular.

Un taxi desde el microcentro al corazón de Los Hornos -137 y 60- cuesta actualmente entre 110 y 130 pesos dependiendo del camino que el conductor tome para llegar a destino. A un promedio de 120 pesos por viaje durante cinco días de una semana ida y vuelta (240 pesos) en este tramo, elevaría el costo de traslado a 1.200 pesos, y al mes la suma sería de 4.800 pesos, solamente para ir y venir de casa al trabajo y viceversa.

Un Palio naftero tiene un tanque que carga aproximadamente 53 litros de nafta y una autonomía de unos 500 kilómetros con esa cantidad de combustible. Claro que a veces depende del desgaste del motor y el correcto funcionamiento del mismo. Traducido en pesos, quienes deban ir y venir de Los Hornos al centro de la ciudad tendrán un consumo de unos dos tanques llenos por mes. Si se utiliza nafta súper a $18 promedio, gastará $1.908 pesos y si en cambio se usa premium a $21, dos tanques llenos por mes costarán $2.226 siempre tomando como ejemplo el Palio 1.6.

Si solamente se tomara el combustible como medida para saber la diferencia entre ir en auto al trabajo o hacerlo en taxi o remís (con tarifas similares en la Región) se estaría hablando de casi $3.000, concretamente $2.892. Pero existen otros datos a tener en cuenta y que tienen que ver con el mantenimiento y el costo que genera un auto, la patente, el seguro, el estacionamiento medido, el lavado y pasar por el lubricentro con cada cambio de aceite y filtro. Aún así, se conserva el ahorro de dinero, ya que sumando todos estos gastos en el ejemplo tomado para esta nota, el promedio mensual es de $1.800.

Y hay otra cuestión que no puede dejarse de mencionar en esta comparación, pues con la cantidad de nafta señalada no solamente se va y viene al trabajo, sino que es suficiente para otras cosas que hacen falta, como llevar a los chicos al colegio, ir algún día a pasear por la Ciudad o bien realizar otras cosas necesarias, como las compras. Y si se vive en lugares más alejados, como City Bell o Villa Elisa, el ahorro será aún mayor.

EJEMPLOS COTIDIANOS

Martín S. vive en un barrio de Gonnet a donde llegar en taxi desde su trabajo, en la zona de la Legislatura bonaerense -51 y 8- cuesta $ 140. Martín contó que todas las semanas le pone 700 pesos a su Ford Fiesta y que con poco más de medio tanque pueden andar toda la semana, ir al trabajo y además hacer otras cosas como llevar a los nenes al colegio. “Obvio que el taxi o el remís no conviene -dice Martín- a pesar de que de estacionamiento medido gasta a razón $27 diarios (a 4.50 pesos la hora), o sea por cinco días a la semana $135, y por todo el mes $540.

“Ir todos los días al trabajo y luego regresar a casa pocos lo hacen, pero hay días en los que mucha gente no quiere manejar porque les genera un enorme estrés”

Martín por ese auto modelo 2013 paga de patente $1.150, cinco cuotas anuales, y de seguro básico obligatorio -contra terceros- unos $1.600 por mes. Aún con esos gastos la ecuación sigue a favor del vehículo particular por sobre los coches de alquiler. “Lo que ocurre es que el auto lo uso no solo para ir al trabajo, si fuera solo para eso el consumo de nafta sería mucho menos. Si tuviera que manejarme en taxi para llevar a los chicos al colegio y para hacer otras cosas, el presupuesto sería mucho mayor”, señala Martín.

La bajada bandera vale hoy $18 mientras que cada 130 metros de recorrido cae una ficha de $2. Los taxista hablan de la conveniencia para mucha gente de manejarse en taxi por el gran nudo vial que se arma durante las horas pico en el centro. “Ir todos los días al trabajo y luego regresar a casa pocos lo hacen, pero hay días en los que mucha gente no quiere manejar porque les genera un enorme estrés, entonces nos llaman”, dijo un taxista platense.

Tomando como punto de partida la esquina de 7 y 50, los viajes en taxis al corazón de los barrios de la periferia cuestan aproximadamente lo siguiente: La Granja, $110; Los Hornos, $120; Tolosa, $90; Gonnet, entre $110 y $150; Villa Elisa, entre $250 y $280; Villa Elvira, $100, y City Bell, entre $180 y $200.

EL MANTENIMIENTO DEL AUTO

Claro que hasta ahora se viene señalando los gastos del auto que resultan habituales. Pero en lo usados suelen aparecer imprevistos que ahí sí mueven el presupuesto familiar.

Existen intervenciones mecánicas básicas que hay que cumplir cada determinada cantidad de kilómetros y dependiendo del desgaste del coche. Algo habitual es tener que cambiar las pastillas de freno, para lo cual hoy se cobra entre 750 y 1.000 pesos.

La alineación y balanceo, completo, cuesta entre 600 y 800 pesos, según el taller donde se realice.

El recambio de neumáticos es también algo que se necesita no con tanta frecuencia pero cuando toca hacerlo es un fuerte golpe al bolsillo.

Las cubiertas no bajan de los 2.000 pesos y las de muy buena calidad pueden superar los 5.000 pesos.

El ciclo de vida útil de una batería se calcula en dos años -salvo cuando es la original- y recambiarla implica un gasto que no baja de los 1.500 pesos.

Los lavaderos de autos de la Ciudad están cobrando por carrocería e interior entre 150 y 250 pesos, según pudo constatarse en una recorrida realizada por los comercios del rubro.

En este caso se trata de un gasto que se puede evitar, aunque a decir verdad, los lavaderos siempre tienen buena cantidad de trabajo y fundamentalmente los fines de semana.

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