El acueducto entre Tolosa y Gonnet, todavía en veremos: lo adjudicarían en una semana

Vecinos retomaron los planteos con una audiencia en Derecho

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En febrero de 2013, la irrupción masiva de agua salada en la red domiciliaria de Villa Castells y Gonnet abrió una saga de quejas y planteos judiciales entre quienes viven en esas zonas -que hablan de “crisis sanitaria”- y la firma estatal ABSA. Ayer, la polémica sumó nuevos cruces con un encuentro en el que los vecinos del norte platense reclamaron “información confiable y soluciones”, mientras la empresa aseguró que es “inminente” la construcción de un nuevo acueducto que resolverá los problemas.

Los usuarios expresaron sus preocupaciones durante una reunión que tuvo lugar en la facultad de Derecho de la Universidad Nacional. Allí reside la Clínica Jurídica, cuya comisión de defensa de los consumidores fue convocada el año pasado para patrocinar un reclamo colectivo a fines de que ABSA informe de manera “clara y eficaz” acerca de la calidad del agua que suministra a los 70 mil damnificados por la salinización.

En septiembre pasado, el juez de faltas local Dante Rusconi confirmó a los vecinos de Gonnet que el agua en esa zona y en Villa Castells no era potable, y Aguas Bonaerenses reconoció la existencia de perforaciones afectadas por el avance de un frente salino subterráneo; el magistrado, además, ordenó a la empresa abastecer de agua potable en bidones, “garantizar el derecho a la información” para que la gente sepa que el suministro no es apto para consumo humano, y dejar de cobrar el servicio hasta tanto no se restituya calidad a la prestación.

Jorge Martínez, titular de la Clínica Jurídica, recordó ayer que “la desidia de ABSA” para cumplir esas disposiciones y el fracaso de sucesivas audiencias de mediación llevaron a la interposición de una demanda contra la potabilizadora y distribuidora ante el juzgado Civil y Comercial Nº8 platense.

VAIVENES JUDICIALES

“Inicialmente hubo un dictamen expeditivo y favorable al derecho de los ciudadanos a consumir agua pura, pero luego la causa se empantanó en los tiempos procesales” advirtió el letrado: “para peor, ABSA respondió a los requerimientos de información de manera extemporánea, lamentable y vergonzosa, con una redacción incomprensibles”.

En el escrito, la empresa sostiene que los valores de sodio por encima de lo normal “no afectan” la salud, y que definen al producto “no como agua potable sino como agua corriente”. Martínez definió el documento como “ininteligible y contradictorio” y como aparente “acto fallido”.

Entre los vecinos de Castells y Gonnet, la bronca tomó forma de nuevos cuestionamientos hacia ABSA. “Muchas veces vamos a buscar agua a los tanques que se colocaron en dos o tres lugares, que son permanentemente vandalizados, y nos dicen que no hay bidones”, ejemplificaron, y agregaron que “el agua salada no sirve ni para bañarse porque ‘quema’ la piel, arruina las cañerías, los termotanques y calefones”.

“Nos gustaría que el municipio se pusiera al frente del reclamo y acompañara nuestras necesidades” expresaron los autoconvocados, “no puede quedarse de brazos cruzados mientras 70 mil personas del partido virtualmente mendigamos por agua”.

ACUEDUCTO “INMINENTE”

La retracción tierra adentro de las napas de agua dulce, debido a su sobreexplotación y escasez de recarga, y el ingreso en los subsuelos ribereños de agua salada de procedencia marina, dejó fuera de combate muchos pozos de extracción para consumo humano perforados en sectores cercanos al Río de La Plata.

En Aguas Bonaerenses creen que la solución para los padecimientos de quienes viven en Villa Castells y Gonnet es la construcción de un acueducto para proveerles agua superficial, es decir la proveniente de la planta potabilizadora puntalarense Donato Gerardi. Allí se están realizando trabajos que ampliarán su capacidad de procesamiento e impulsión.

“Ya se adquirió cerca de la mitad de los caños que se utilizarán para el acueducto y varias de las bombas” afirmaron en la firma de capital estatal: “el proceso de licitación ya está en etapa de análisis de ofertas, y la adjudicación se hará la semana próxima”.

Con una inversión de 60 millones de pesos, la obra uniría el acueducto que llega desde Punta Lara por diagonal 74 con varios puntos de Villa Castells y Gonnet. Su traza tentativa parte de 32 y 117 y corre bajo avenidas como la 520, la 13 y el camino Centenario.

“Se analizan alternativas que mejoren la traza preliminar, corriendo un poco más cerca de la Autopista, para evitar interferencias” explicaron los voceros: “el plazo de construcción es de doce meses pero aspiramos a que se reduzca lo más posible”.

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Son los meses que demoraría la construcción del nuevo acueducto entre Tolosa y Gonnet. Se estima que los trabajos comenzarán en las primeras semanas de junio

 

 

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