Tener DNI, un derecho por el que tuvo que esperar 34 años

Valeria Ríos hizo, por décadas, infructuosas gestiones. Ayer, tras una nota de EL DIA, recibió el documento

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Tres días después del centenario platense, recién acallados los ecos de los fuegos de artificio y el ajetreo de la feria céntrica que movilizó a la Ciudad, Valeria Noemí Ríos nació en el hospital de Melchor Romero. Desde aquel 22 de noviembre de 1982 hasta la actualidad pasaron cinco administraciones municipales, siete provinciales y seis nacionales para las que la vecina virtualmente “no existió”. Recién ayer, después de largos años de gestiones infructuosas, obtuvo su primer documento nacional de identidad.

Ansiosa y emocionada, Valeria recibió la tarjeta plástica en la casa platense en que trabaja como empleada doméstica. Hasta allí se acercaron el titular del Registro Nacional de las Personas, Juan José D’Amico; el senador provincial Gabriel Monzó, y el diputado bonaerense Marcelo Daletto.

“Estaba con bastantes nervios, y también muy feliz porque ahora voy a poder tramitar las pensiones para mis dos nenes” relató la mujer de 34 años, quien recientemente enviudó y se halla radicada en Ensenada: “los funcionarios me dijeron que el caso llegó a oídos del Presidente y que había tomado cartas en el asunto”.

Ríos -cuyo caso se conoció días atrás por una nota de EL DIA- llevaba más de diez años de intentos ante el Registro de las Personas y la Justicia. Su situación se tornó desesperada meses atrás, cuando falleció su pareja, Héctor Tevez, quien había anotado a sus hijos con su apellido para permitirles el acceso a la escolaridad y otros beneficios básicos.

Sin poder cobrar la pensión correspondiente, Valeria tuvo que arreglárselas con trabajos informales: “por suerte casi siempre me encontré con gente buena en el camino, que me ofreció trabajo”. Donde no halló tanta buena voluntad, dice, fue “en el registro provincial y en el nacional de las personas, que ‘perdieron’ la documentación que llevé, y en la Justicia, donde la defensoría oficial extravió también mi partida de nacimiento”.

Ríos contó que su madre, que vino a La Plata desde Santiago del Estero, por razones que ella desconoce, nunca la inscribió. Fue a la escuela primaria en Melchor Romero porque “me conocían y no me hicieron mayores problemas. Pero tengo hermanas que hicieron el trámite del DNI en otras defensorías que yo y tuvieron la suerte de conseguir el documento en seis meses... y hasta votaron”.

No contar con documento genera numerosos inconvenientes. Por ejemplo, no se puede trabajar en blanco, no se puede obtener número de CUIL o CUIT, no se puede votar ni se puede acceder a beneficios de seguridad social como jubilación o Asignación Universal por Hijo. Tampoco se puede tener licencia de conducir ni cuenta bancaria, ni tarjeta SUBE registrada.

 

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