Rosa Bru cuestionó la designación de Perroni como jefe de la Policía
Edición Impresa | 21 de Mayo de 2017 | 03:01

Rosa Schonfeld de Bru se sumó a la polémica que se abrió tras la designación de Fabian Perroni como jefe de la Policía Bonaerense: “Yo tengo la duda. Si Perroni y (Walter) Abrigo eran compañeros y usaban el mismo modus operandi, no veo por qué no puedo pensar que el nuevo jefe de policía sepa dónde está mi hijo. Abrigo también fue condenado por el secuestro y la tortura de Roberto Abel Díaz. A pesar de que Perroni no fue señalado en una rueda de reconocimiento, sí pasó dos años en disponibilidad. Fue compañero de Abrigo, quien fue condenado y murió en la cárcel”, analizó la madre del estudiante de Periodismo que permanece desaparecido desde agosto de 1993.
Perroni fue acusado de apremios ilegales en 1992. Y la semana pasada habló del tema: “Quedé desvinculado totalmente y sobreseído en la causa penal”, dijo. Luego enfatizó que es “un hombre que siempre trabajé en la calle... Mi lucha fue siempre contra la delincuencia y nunca bajaré los brazos”. Perroni quedó a cargo de la Policía tras el pase a retiro del comisario general Pablo Bressi de la conducción de la fuerza.
Desde la Fundación Bru insistieron ayer en recordar que el ahora jefe de la Bonaerense “fue compañero de Walter Abrigo, uno de los policías condenados por el asesinato” de Bru y “ambos fueron juzgados por torturas y apremios ilegales cometidos entre 1992 y 1993, una modalidad que los agentes de calle utilizaban en la Comisaría Novena de esa ciudad”.
Abrigo murió en la cárcel sin revelar dónde está el cuerpo del estudiante de periodismo.
En 1992, Perroni era oficial inspector y trabajaba en la Novena, a donde lo habían convocado para investigar a una banda que asaltaba carnicerías. La policía buscaba por esos robos a Rubén Isidro Silva, de 43 años. “Varios agentes allanaron su casa, en 29 entre 514 y 515, en Ringuelet, pero no lo encontraron. A cambio, la destrozaron y se llevaron a Julio César Medina, un amigo del acusado, que quedó detenido en la Novena”, recordaron desde la Fundación.
Uno de los sospechosos acusó a la policía de apremios. Se mencionó a un efectivo llamado Abrigo y a otro apodado “El Perro”, tal como suelen llamar a Fabián Perroni. No obstante, pronto se conoció que no se hablaba de él. El abogado de los detenidos, de apellido Rodríguez, denunció y comenzó la causa por los apremios ilegales. Perroni fue aprehendido en 1997 cuando prestaba servicios en una dependencia de la sede ministerial por pedido del juez Domenech, que seguía la denuncia.
Por esta causa fue sobreseído judicialmente y en lo administrativo quedó exento de sanción disciplinaria en Asuntos Internos.
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