Condenados a sufrir por la falta de refugios en las paradas del transporte público
Edición Impresa | 1 de Julio de 2017 | 04:39

Es habitual que en esta columna se aluda a las graves dificultades que atraviesan todos los días miles de platenses, obligados muchas veces a realizar largas esperas para tomar los colectivos que necesitan para llegar a sus trabajos u hogares. Sin embargo, a esa situación de por sí mortificante se suma el agravante de que en la mayoría de las paradas no existen los refugios bajo los cuales los usuarios pueden ponerse a resguardo de las inclemencias meteorológicas. Lo cierto es que, cuando llueve o arrecian el frío o el calor, la gente busca el amparo ocasional que ofrecen los toldos de los comercios o las copas de los árboles.
Este ha sido ahora el planteo formulado por vecinos de Tolosa, que reclaman la disponibilidad de más refugios, en especial en cercanías de las varias escuelas que se encuentran en torno a la esquina de 117 y 530. Allí son decenas los chicos que aguardan a la intemperie, sin protección alguna, la llegada de los colectivos.
Cabe destacar que por esa esquina pasan las líneas Norte y Oeste y las paradas son utilizadas por los alumnos que concurren a los establecimientos educativos de la zona de la plaza Del Carmen: la escuela Media 5, el Jardín de Infantes Nº 906, la Primaria 79, y el colegio Nuestra Señora del Carmen.
Directivos de una Ong vecinal señalaron que el pedido fue formulado ante el Concejo Deliberante, sin haber obtenido respuesta alguna. Dijeron que los alumnos los días de lluvia esperan el micro a la intemperie. Se trata de una de las principales paradas de colectivos del barrio. Detallaron que el reclamo se concretó a través del número de expediente 1349797.
Se sabe que el problema es común a todos los barrios y que, en el caso de los refugios existentes, la mayoría se encuentran en muy mal estado. No es un dato nuevo y, de hecho, se han reiterado los reclamos vecinales aunque en forma infructuosa. Al que no carece del techo, le faltan los asientos; además, se ven despintados y presentan un aspecto general que sólo puede calificarse como penoso.
La falta de refugios se hace sentir también a lo largo del camino General Belgrano, en localidades tales como Gorina, Los Porteños, Colonia Urquiza y otras de la periferia.
El pésimo estado en que se encuentran muchos refugios, implica para quienes esperan colectivos una incomodidad grave: como se ha dicho, frente a cualquier contingencia climática adversa, no tienen cómo protegerse; las personas mayores no se pueden sentar. Pero, por otro lado, es una situación que contribuye a degradar el paisaje urbano con una apariencia de abandono que la Ciudad no merece.
Muchos están cargados de afiches, carteles y leyendas que ni siquiera permiten establecer a qué línea pertenece cada parada. Está claro que el municipio tiene la obligación de mantenerlos en buenas condiciones y de hacer un monitoreo permanente para detectar aquellos que necesiten ser reparados.
Como se ha planteado ya en esta columna, los usuarios platenses del transporte público ya sufren suficientes penurias. Agregar la virtual desaparición de los refugios sería sencillamente demasiado.
Debe recordarse que las estructuras de las paradas de ómnibus no sólo son indispensables en los días de lluvia, sino también en los de sol agobiante. Sería oportuno que, de una vez por todas, el municipio cumpla con su obligación y ponga los refugios en condiciones.
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