Vecinos de Tolosa salen a canjear armas por alimentos para que haya menos inseguridad

Tolosa nunca abandonó su lugar en el ranking de las localidades con más delito de la Región. Aún con eso, algunos casos violentos ocurridos en las últimas semanas mantienen alto el nivel de preocupación vecinal. Las modalidades abarcan todo el abanico posible, aunque los asaltos en la calle siguen estando al tope de la lista.

Prácticamente todos los robos que se producen en la zona aledaña al centro y en El Churrasco son con armas. El contexto de violencia no parece sólo destinado a combatirse con prevención policial. La necesidad, explican en esos barrios, es que haya menos pistolas en poder de los delincuentes.

De ahí surgió una campaña, ideada desde una asamblea tolosana, que promueve el canje de pistolas por comida o vestimenta. Desde ayer a la tarde se ven afiches pegados en la calle informando de la propuesta.

“Es el mayor problema que vemos, la proliferación de armas en los jóvenes. Más allá de la cuestión de las drogas, el otro gran tema, que se suma a la absoluta ausencia del Estado”, evalúa el impulsor de la campaña

“Armate de coraje. Vas a terminar preso, muerto o lastimando a alguien. Entreganos tu arma. Te la cambiamos por alimento y ropa para tu familia. Podemos ayudarte. La entrega será absolutamente confidencial. Nosotros llevaremos personalmente el arma al Registro Nacional. La vida está buena y podés salir adelante honradamente”, invitan desde la organización Iniciativa ciudadana.

El Mercadito y la zona lindante con la bajada de la autopista son los sectores puntuales en donde se distribuirán los panfletos con la propuesta. Allí es donde se ven los más altos índices de conflictividad de Tolosa, cuentan los diferentes jefes policiales que pasaron por allí, y también más de un vecino de El Churrasco, el barrio que se extiende al otro lado de la 120.

A los tenedores de pistolas les prometen, además, “absoluta reserva”. De alguna forma, la propuesta está orientada a los que quieran cambiar de rumbo y de hábito.

Los panfletos que se repartieron por la localidad incluyen un número para contactar a los responsables de este plan de desarme: 221-566-9819.

“Es el mayor problema que vemos, la proliferación de armas en los jóvenes. Más allá de la cuestión de las drogas, el otro gran tema, que se suma a la absoluta ausencia del estado”, evaluó Pablo Pérez, de Iniciativa Ciudadana, uno de los impulsores de la medida.

Compra y alquiler de pistolas

El ANMAC (Agencia Nacional de Materiales Controlados), ex RENAR, mantiene un programa en el que se entrega dinero a cambio de los que accedan a dar sus armas. La entidad tolosana se va a encargar de trasladarlas. Previo a eso, harán la averiguación judicial de que ninguna de esas pistolas está implicada en la comisión de un delito que se está investigando.

La contracara es la realidad que se vive en muchos barrios marginados, en donde una pistola se cotiza entre 500 y mil pesos, dependiendo de su calidad y funcionamiento. También existe la posibilidad del préstamo, que en realidad no es tal, porque siempre se da algo a cambio: “Puede ser plata, que vendría a ser un alquiler, o se canjea por droga. Después la descartan y consiguen otra”, cuenta una fuente con acceso a esa situación cotidiana.

“Muchas veces son pistolas oxidadas o que no disparan, pero que igual les sirve para salir a robar porque con eso asustan. Pero también es factible que lo maten al ladrón, si es que se enfrenta con alguien que tiene una en funcionamiento. Hoy el acceso es para cualquiera y nadie hace nada para revertirlo”, apunta Pérez.

El ofrecimiento para los que anden armados es concreto. “Se les va a dar comida por un lapso determinado, que fue donada por vecinos de la localidad”, señaló Pérez, en diálogo con EL DIA. La oferta también incluye “zapatillas y ropa de calidad, para que los chicos entiendan que se valora la decisión que tomaron de devolver su pistola”, agregó el referente.

La manera de difundir la campaña será estratégica. Desde hoy, hay carteles en lugares puntuales y de mucha circulación “para que todos se enteren”, como ser la unidad sanitaria lindante con el Mercado Regional, las entradas al barrio y las escuelas cercanas.

Pérez es optimista en cuanto a la repercusión de la campaña: “Hoy hay necesidad en los sectores humildes. Tal vez podamos penetrar en los barrios con la promesa de comida y vestimenta”, argumenta.

Cambiar de rumbo

¿Qué expectativa hay en torno a un cambio en la elección del camino hacia el delito y la “vida fácil”? Pérez todavía se acuerda del éxito de La Doña, una mujer del oeste del Conurbano que años atrás les compraba las pistolas a sus vecinos y las destruía, para que no delincan. “Si nos dan un arma estamos satisfechos. Sabemos que va a llevar un tiempo y paciencia, pero queremos que los chicos vean que se cumple y que no les va a pasar nada si lo hacen”.

“Queremos además instalar el tema, como lo fue cuando pusimos las urnas para marcar a los narcos. Hubo problemas porque las sacaban o las rompían, pero igual conseguimos hacer 28 denuncias. Esta campaña va a ser igual”, adelanta el referente.

Si bien arrancó en Tolosa, la propuesta se va a extender a otros focos de conflictividad de la periferia platense. Así, Altos de San Lorenzo y Villa Montoro (ambas en las proximidades a la avenida 90) figuran como las localidades elegidas para extenderla. Ringuelet y Villa Argüello son otros puntos considerados. Siempre, con el objetivo de combatir a la violencia “en el corazón de la miseria”, describe Pérez.