Un antecedente en Punta Lara

Edición Impresa

Hace poco más de un mes otra historia espantosa, y con ribetes similares, conmovió a la Región. Pasó el 15 de junio en una casita situada en 16 entre 7 y 9 del barrio Piria, en Punta Lara, donde un bebé recién nacido fue encontrado muerto dentro de un tacho, tapado con nailon y papel.

En un primer momento detuvieron a la madre, Andrea Picon (22), y a su marido, pero al día siguiente el hombre quedó libre por falta de evidencias que lo vincularan con el crimen. A la chica, en cambio, le imputaron el “homicidio calificado por el vínculo”. En el pedido de detención, el fiscal Marcelo Romero consideró que la joven “no pudo desconocer haber dado a luz a su hijo en su domicilio, atento al embarazo a término que cursaba, matándolo al haber ocultado el nacimiento a sus allegados, quienes la auxiliaron inmediatamente después”, destacó.

Para valorar el rol que pudo haber jugado cada integrante de la pareja, el fiscal tuvo en cuenta distintos testimonios y el hecho de que varios dieron cuenta del “estado de indiferencia de la imputada frente al trance vivenciado precedentemente”.

Uno de los profesionales que asistió a Picón en el Cestino declaró que la encontró en buen estado, con sintomatología “de puerperio inmediato” y que habían llevado con ella una bolsa con “la placenta de embarazo en término, con parte del cordón umbilical cortado de forma irregular”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE