Tres vecinos intoxicados en Ignacio Correas tras envenenamiento de perros

Son la dueña de una de las mascotas fallecidas, su hermana y su novio. Habían intentado salvar al can

El envenenamiento de perros en el pueblo de Ignacio Correas sumó un nuevo capítulo al conocerse la intoxicación de tres personas producto del contacto con la sustancia con la que en los últimos días se concretó la matanza de otras 12 mascotas.

Según denunciaron en Correas, este fin de semana una joven, su hermana y su novio debieron acudir de urgencia al médico al presentar un cuadro de fiebre acompañado de hinchazón e irritación en el rostro y dolores en manos y brazos.

El dato común que en principio hizo sospechar a los médicos y a estos vecinos sobre sus estados de salud, es que en los últimos días habían intentado salvar a una de las mascotas que murieron como consecuencia del veneno esparcido en distintos puntos del pueblo en trozos de carne de res y de pollo.

"Le pusieron suero fisiológico por la boca para que el perro vomite. Luego lo llevaron a un veterinario de Correas, quien logró salvar a algunas mascotas pero otras lamentablemente murieron. Fue la chica dueña del perro la que le tocó la boca y la que mostró más intoxicación", se informó.

"Ella es la que toca la boca del perro y parece que sin querer se tocó la boca y tragó saliva", añadieron.

"Hoy mismo un cuerpo médico iba a visitar a los vecinos para ver cómo estaban, más allá de que ya se atendieron en un hospital", se indicó.

Alarma en el pueblo

El sábado a la tarde, preocupados por su salud los jóvenes acudieron al hospital de Bartolomé Bavio, donde se les indicó que los síntomas que presentaban eran consecuencia del contacto con el veneno.

Asimismo, radicaron una denuncia policial y hoy aguardaban a ser atendidos en el área de cuerpo médico de la policía.

De los tres jóvenes, las mayores complicaciones la presentaba la dueña del can debido a que "todavía (por hoy) tenía parálisis y dolor en los brazos y la boca".

Este episodio, que se suma a la muerte en el último año y medio de por lo menos 300 perros a causa del envenenamiento, despertó psicosis en el pueblo.

"Tenemos miedo por los chicos, hay gente intoxicada, esto pasó a mayores. Todos sufrimos por nuestra mascota, porque detrás siempre hay una familia pero ahora es terrible", dijo Natalia, una vecina de Correas. 

"Hay miedo y la gente ya no saca a los chicos a la calle. Tiran veneno en la iglesia, en la escuela, en cualquier lado. Algunos hasta quieren irse del pueblo, es como si estuviéramos en una película de terror", graficó la mujer sobre el estado de preocupación reinante en Ignacio Correas.

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