Las PASO dividen aguas entre los precandidatos locales
Edición Impresa | 4 de Julio de 2017 | 02:49

Con un sólo frente que presenta competencia electoral en nuestra ciudad, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) que se celebrarán el 13 de agosto abre entre la ciudadanía y en la dirigencia política una fuerte polémica sobre su verdadera misión y utilidad, con posiciones a favor y en contra.
Es que salvo el frente “Cumplir” de Florencio Randazzo, el resto de las trece listas que compiten en la Provincia y en La Plata no tendrá internas. La existencia de estas “PASO sin PASO” da lugar a la pregunta de si verdaderamente sirven, un interrogante que en una encuesta realizada por este diario dio como resultado que el 80% de los lectores las considera “innecesarias”. En tanto, entre la dirigencia política local, el debate divide aguas entre quienes defienden el sistema y quienes piden reverlo.
Instauradas en el 2009 por el impulso del entonces gobierno kirchnerista, el espíritu de las primarias persigue, básicamente, dos objetivos: determinar qué partidos están habilitados para ir a las generales (según la ley, los que superen el 1,5% de los votos en cada categoría distrital) y la lista de candidatos de cada partido, con una participación ciudadana que, en teoría, democratizaría el sistema de designación de postulantes.
Pero dado que la mayoría de los principales frentes esta vez no admitieron competencia, su razón de ser fue cuestionada principalmente por el oficialismo: el jefe de Gabinete de ministros de la Nación, Marcos Peña, insistió recientemente con la reforma política que las revea. Y no resultó un dato menor que su desarrollo insuma al Estado unos 2.800 millones de pesos.
En CONTRA Y A FAVOR
En línea con Peña, el precandidato a concejal de Cambiemos Javier Mor Roig advirtió que “rever el sistema es evidente porque las PASO no resuelven lo que se buscaba y termina siendo un sistema engorroso para los partidos y para los votantes”, y afirmó que “es un instrumento que distorsionó su espíritu inicial y al que hay que darle una vuelta de rosca”.
Más moderado fue el candidato a diputado de Unidad Ciudadana Guillermo Escudero. en cuyo frente tampoco hay competencia. “Creo que hay que discutir la validez de las PASO pero no en los términos que plantea Marcos Peña, porque Cambiemos fue el primer frente que anunció que no habilitaría internas”, dijo. Y observó: “Si bien es cierto que esta vez hay muchas listas únicas, eso no ocurre en todos los frentes, este escenario puede ser eventual y ajustado solamente a la coyuntura de hoy”.
Al mismo tiempo admitió una dificultad: “Muchas veces es desgastante hablarles a los vecinos en términos de internas, con discursos que a veces en las generales no se pueden sostener”.
Paula Lambertini, cabeza de una de las listas que compite con la de Federico Martelli en el randazzismo, defendió el sistema y expresó: “Hubiese sido muy sano ir a las PASO con Cristina Kirchner”, al tiempo que afirmó que el peronismo tiene una crisis de conducción y los matices locales de las miradas sobre la Ciudad deben dirimirlas la ciudadanía”, y remató: “Es una herramienta que aporta representatividad y que hay que usar”.
El precandidato a concejal del frente Socialista y Popular Henry Stegmayer, en tanto, las definió como “una buena idea” pero “discutible”. Y observó: “Hay un gran verticalismo en los frentes grandes que debería dirimirse con una mayor participación de la Justicia Electoral para establecer las listas a competir de forma más justa”, y en términos del piso del 1,5% para poder acceder a las generales, afirmó: “Siempre estuvimos en contra, condiciona sobremanera a los partidos chicos”.
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