¡Un GPS para el país, please!

Por | iRENE BIANCHI

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- ¿Quién pidió estos chip

s de jamón y queso? ¡Chicas! Es hora de empezar a cuidarse.

- No te preocupes, Nené. Estos son mucho menos peligrosos que el que tiene Barby Franco, la novia o ex novia de Burlando, en el cuerpo.

- ¿Se tragó uno?

- Sí, pero no uno de éstos. Es uno electrónico que permite localizarla a toda hora.

- ¡Me estás jodiendo! Pensé que era el que se había puesto Carmen Barbieri, para recuperar las ganas de tener sexo, que segrega no sé qué hormona.

- No, éste es una especie de rastreador satelital. Ubican sus coordenadas al toque.

- ¿Y por qué permitió que le pusieran ese GPS?

- Por su seguridad, le dijeron. Para que no corra peligro. Y ella, muy ingenua, lo creyó

- Es como que te aten a la pata de la cama. Inconcebible en los tiempos que corren.

- O como esas correas extensibles para pasear el perro. Los pobres pichichos se pueden alejar, pero hasta ahí nomás. Cerco perimetral, del lado de adentro.

- O como el cinturón de castidad que les ponían a las mujeres cuando los hombres iban a la guerra.

- ¿Pero no se habían peleado esos tortolitos?

- Ella dijo que se agotó porque él quería tener sexo todos los días. Y a toda hora.

- ¿Todos los días?! Unas tanto y nosotras, tan poco. Qué mal repartido todo, ¿no?

- Y ella prometió que si volvían a estar juntos, le entregaría su “última parte virgen”.

- Además Barby también tiene un celu “infiltrado por una cuestión de seguridad”.

- Chicas, la culpa no es del chancho. Nadie la obliga a estar estrictamente vigilada.

- Es que el status y la comodidad se pagan caro. Aunque, para algunas personas, la libertad es un valor canjeable por chirolas.

- El boga mediático no para de laburar. ¿Vieron que Natacha volvió a la carga contra los Latorre y sacó a la luz nuevos audios? Le duró un suspiro el pacto de silencio.

- “Puntita” Latorre va de mal en peor. Pobre gambetita. Ahora le apareció otra amante, Soledad Stacul, una ex empelada doméstica de la familia.

- ¿Saben qué creo? Que todo es un gran acting, pura ficción. Los imagino a todos los involucrados en este culebrón berreta reunidos en un bar, pergeñando toda esta patraña para entretener a la gilada, léase, nosotras.

- Yo tengo la misma impresión con los políticos. Hacen que se odian, que se pelean, que compiten, pero se ponen de acuerdo para engramparnos a todos. Y a todas.

- El otro día veía una sesión en el Congreso, y me dio verguenza ajena. ¿Cómo podemos pretender que los chicos en la escuela no le falten el respeto a sus maestros y profesores, si los diputados son incapaces de escucharse, de dejar hablar al otro, de responder sin insultar ni descalificar? Es un conventillo.

- El pescado se pudre por la cabeza, Moni. Y el Congreso y la dirigencia hace rato que huelen a podrido. Es lo que hay.

- Otra cosa que no saben hacer es contar. Mirá el tiempo que llevó el recuento de votos de las PASO. ¿Tan difícil es?

- Y lo que no hay que hacer es salir a festejar antes de tiempo, con bombos y platillos, para después comerse los mocos.

- Tenés razón. Es mufa. Como festejar tu cumple el día antes.

- Y ahorita nomás, en octubre, todo el circo otra vez. ¡Qué manera de perder tiempo y plata! Como si no hubiera problemas más importantes y urgentes que resolver.

- Y así estamos, como perro que se muerde la cola, dando vueltas en círculo, sin avanzar ni un ápice. Involución constante.

- Me gustaría brindar por Don José de San Martín, y pedirle las debidas disculpas, por haber malogrado el país que patriotas como él supieron conseguir. ¡Chin, chin!