Wanda explicó por qué es la botinera número uno
Edición Impresa | 30 de Agosto de 2017 | 04:43

“Soy la única mujer que le hace ganar dinero a su marido”. Así, sin vueltas y con el gustito a las declaraciones picantes se auto alabó Wanda Nara, desacreditando a quiénes la tratan de “botinera” y “vividora” de su esposo Mauro Icardi.
La rubia posó muy sensual para la tapa de la revista Gente, donde aseguró sobre el momento en que Icardi la eligió para ser su representante que “fue paulatino. Al principio no me quería meter en sus negocios, pero él está feliz de que lleve adelante su carrera. Como representante, siempre prioricé su carrera... Después me preocupo de mi porcentaje. Sin ser abogada, sé poner cláusulas. Tampoco soy contadora, y le estoy haciendo ganar mucha más plata que antes. Ahora, con el Inter compartimos el 50 por ciento de la imagen de Mauro. El club lo compró en más o menos 14 millones de euros, y ahora, en mi opinión, vale más de 250 millones” y reconoce que muchos colegas de Icardi le preguntaron si los podía representar, pero ella se negó: “Por ahora me dedico exclusivamente a él... No tengo mucho más tiempo libre. El día de mañana quizás lo pueda hacer”.
Pero además de su trabajo como mamá, esposa y representante, Nara tiene otros emprendimientos: “Yo soy muy inquieta y curiosa, porque en vez de gastar dinero, me gusta generar más. En este último año escribí un libro sobre fútbol para niños, que va a salir el 23 de septiembre en Europa. Se llama Campione in campo e nella vita, que habla de los valores, la solidaridad y por sobre todo, de fútbol. También diseñé una colección cápsula muy rockera, que va a salir para el Fashion Week de Milán” y hace algunos días estrenó su propio canal de YouTube donde muestra su día a día.
“¿Sentís que las mujeres te envidian por manejar el dinero de tu marido?”, le preguntaron desde la revista, y ella siempre directa reconoció: “Puede ser... Lo que más envidian es que tenga acceso a todas sus cuentas y negocios, y que no nos ocultemos nada. Somos transparentes. Por eso, Mauro confía tanto en mí que me manda a pelear sus contratos, y no me deja en casa haciendo milanesas y cuidando a los chicos”.
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