A un chico de 14 años le abrieron la cabeza a golpes para robarle un celular en 8 y 50

El encuentro iba a ser como siempre, en 8 y 50 a las 14 del martes. Hacia ahí fue un adolescente de 14 años para reunirse con sus compañeros, para después tomar el micro rumbo a una clase de educación física. Sin embargo, no pudo hacerlo, porque un par de ladrones lo atacó sin piedad para robarle el celular.

Debe haber pocos lugares en el centro más transitados que esa esquina en el principio de una tarde de día hábil. Pero al par de ladrones no le importó, porque sorprendió al joven por la espalda para asaltarlo. Todo pasó en la vereda de un local de comidas rápidas, que era el punto de encuentro pautado por el grupo.

Emanuel Domínguez, el padre del chico, relató que uno de los delincuentes lo abrazó para distraerlo, mientras el otro se lanzó a sacarle el teléfono del bolsillo.

La víctima se dio cuenta y reaccionó. Le agarró la mano a uno de ellos y se puso firme. Pero los asaltantes, en superioridad numérica y más grandes que él (“le sacaban una cabeza y tendrían 18 años”, dijo el padre) pudieron doblegarlo y lo tiraron al piso.

Lo que siguió fue una sucesión de ataques brutales. El adolescente padeció la mayoría de los golpes en la cabeza. Le pegaron con un elemento contundente que todavía no se sabe cuál es.

“Algunos testigos dijeron que era una llave inglesa, pero en la cabeza le quedaron marcas en zig-zag, así que pudo haber sido una cadena, u otra cosa”, dudó Emanuel, en una entrevista con EL DIA.

Lo único que alcanzó a hacer el chico mientras sufría la paliza fue sujetarse a la pierna de uno de los agresores y morderlo. Su reacción desesperada le sirvió para interrumpir el ataque y el robo.

Los ladrones dejaron tirado el celular de la víctima, que se les cayó en el forcejeo, y salieron corriendo por 50 rumbo a 9. Se perdieron de vista rápido.

Emanuel desconoce quiénes, pero hubo gente que avisó al 911 de lo ocurrido y en pocos minutos se montó un operativo importante. “Fui corriendo desde mi trabajo a pocas cuadras y estaba lleno de policías. A mi hijo lo encontraron todo ensangrentado y no se sabía el grado de las lastimaduras que tenía”, expresó.

Al chico lo trasladaron en una ambulancia del SAME al hospital de Niños. Ahí pasó el resto del martes y recibió el alta una vez que se comprobó que no tuvo secuelas por la paliza. “No tuvo mareos ni dijo incoherencias”, señaló su padre.

Antes de eso, el joven había sido asistido con puntos de sutura en los cortes que le abrieron en la cabeza, dos de ellos en la coronilla y otro en una sien.

Después de haber estado en observación, lo mandaron a descansar a su casa. Para completar el trámite policial, tuvo que ser examinado en el Cuerpo médico de la fuerza, en 8 y 38.

Las horas posteriores fueron de miedo para el joven. Sobre todo, teniendo en cuenta que en las semanas siguientes deberá volver a su rutina, y eso incluye tener que manejarse en el centro y esperar colectivos.

los buscan

Es muy poco lo que se sabe por el momento de los dos ladrones que atacaron al estudiante en 8 y 50. Sin dudas, lo que juega en contra de ellos es que el asalto sucedió en un punto trascendental del centro, plagado de locales y edificios con cámaras de seguridad.

La investigación está abierta en la comisaría Primera. Las filmaciones serán analizadas, para intentar identificar a los dos ladrones jóvenes vestidos con equipos deportivos.

Todo ocurre en el contexto de inseguridad que se viene dando en las últimas semanas, con varios negocios atacados a pesar de estar en el corazón del centro comercial platense (ver aparte), inclusive en horarios de alta circulación de gente. Los trabajadores de esa zona reclaman prevención policial.

Indignado porque “nadie del local de comidas rápidas salió a ayudar”, Emanuel mostró la chomba que usaba su hijo cuando lo agredieron. Las enormes manchas bordó quedaron como prueba de una secuencia salvaje.