Se agudiza el conflicto político en Berisso y el Concejo no puede salir de la parálisis
Edición Impresa | 11 de Enero de 2018 | 02:50

En un clima que pasó del desconcierto a la crispación, el oficialismo berissense volvió a quedarse solo en el Concejo Deliberante, luego de que el peronismo volviera a negar el quórum para votar la adhesión al pacto fiscal que el intendente, Jorge Nedela, busca para salir de la acuciante crisis económica que afronta el distrito.
En soledad y rodeados de las bancas vacías que corresponden a la oposición, los diez ediles de Cambiemos convocaron desplegaron reproches a los ausentes enrostrando que el lunes pasado se había llegado al acuerdo de pagar con un descubierto bancario los salarios de los empleados municipales que se encontraban de paro, a cambio del compromiso de su presencia en el recinto.
Ese pacto, al que adhirieron los gremios, establecía también por escrito la confirmación de la permanencia del personal “de planta, temporario y becarios” que trabajan en la Comuna, así como que las reasignaciones serían “consensuadas” y que se respetaría el cumplimiento de la ley provincial de paritarias municipales.
Además, siempre según el oficialismo, a pedido de los concejales del peronismo, la presidenta del Concejo, Ana Lara, había anunciado la postergación para más adelante del tratamiento de la ordenanza de emergencia económica, una herramienta que los opositores rechazaban y que el gobierno municipal impulsa para agilizar la administración económica y financiera en este contexto que, como lo llamó Nedela es de “un déficit profundo y estructural”.
Consultado por EL DIA, el bloque de Unidad Ciudadana, que no sesionó pero sí acudió al edificio del cuerpo deliberativo y permaneció reunido en privado, evitó responder los motivos que lo llevaron a impedir la votación. “Tenemos que resolver algunos temas hacia adentro”, se limitó a responder el edil Fabián Cagliardi.
Desde Cambiemos sostuvieron que fue él quien se comprometió a prestar el número para la sesión de ayer, dado que el presidente del bloque del peronismo K, Sebastián Mincarelli, se encontraba de vacaciones.
Y en un clima de extremo nerviosismo mostraron desconcierto: “Hasta cinco minutos antes de las diez la oposición estaba dispuesta a sentarse”, dijeron.
“Esto evidencia el desacuerdo interno del peronismo”, deslizaban por lo bajo en el sector de Cambiemos mientras se quejaban de la dificultad de encontrar “interlocutores” que representen al total del bloque opositor para poder destrabar la situación para volver a sesionar hoy en lo que será el sexto intento.
En ese contexto, en el oficialismo evaluaban cómo destrabar la parálisis legislativa en caso de que por estas horas no se arribara a un acuerdo. “Estamos abiertos a debatir todo, pero no nos han acercado ni una sola propuesta ni los motivos de su rechazo”, reprochó Lara.
En ese sentido, el presidente del bloque de Cambiemos, Carlos Festa, reprochó que salvo dos ediles que se encuentran con licencia médica (uno de ellos internado), el resto ha faltado sin aviso. Y que el reglamento interno y la ley orgánica de las municipalidades establece que los concejales “están obligados a presentarse a sesionar”.
Por eso anunció que el cuerpo evalúa sancionar a los ausentes “descontándoles el sueldo de concejales”, aunque anticipó que la medida podría profundizarse, incluso, con la “cesantía” de los que continúen sin concurrir reiteradamente.
En el recinto hubo hasta quien recordó que la ley contempla la posibilidad de llevar a los ediles al Concejo a través de la fuerza pública, aunque nada indica que ese mecanismo extremo implique obligarlos a sentarse en sus bancas.
UNA NORMA CLAVE
¿Qué implica para la administración de Nedela adherir al pacto fiscal que reclama la gobernación de Vidal? En primer lugar, un poco de oxígeno a la agobiante situación económico financiera de ese distrito: el 80 por ciento de la participación presupuestaria total está destinado a los salarios y la administración apenas tiene aire para funcionar, a pesar de los ajustes políticos realizados por Nedela el mes pasado.
Por eso, estar adherido al pacto fiscal permitirá a Berisso disponer de, además de los 440 millones de pesos anuales de su presupuesto, de créditos y beneficios provenientes de los gobiernos provincial y nacional, así como obra pública y nuevos aumentos salariales.
Mientras desde el gobierno provincial monitoreaban ayer la difícil situación de la Comuna, el Intendente evaluaba su recurso de pedir un anticipo de la coparticipación provincial para salir de la urgencia. Sin embargo, para poder hacerlo, el distrito debe haber adherido al pacto fiscal. Y todos los caminos conducen al Concejo Deliberante, enredado en su laberinto del que tal vez esta mañana pueda salir.
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