“Si te sentís útil, vivís mejor”, dijo Celia Ford en sus 103 años
Edición Impresa | 9 de Enero de 2018 | 01:35

Lúcida y comprometida con la actualidad, con su espíritu solidario intacto y fiel a su convicción de transmitir los aprendizajes cosechados a lo largo de una vida fecunda, Celia Ford festejó sus 103 años.
El encuentro familiar, en una cervecería céntrica, fue ocasión inmejorable para que esta pionera de la odontopediatría platense, protagonista en una etapa clave de la consolidación de la Casa Cuna -junto a su esposo Noel Sbarra- recibiera el cariño incondicional de los suyos.
Hija de Concepción Pagano y del descendiente de galeses Guillermo Horacio Ford, matrimonio que vivió y trabajó en campos de Magdalena y Carlos Casares, Celia se graduó como odontóloga en una promoción “en la que sólo nos recibimos cuatro mujeres”, según recuerda.
Conoció al médico pediatra, escritor e investigador Noel Sbarra -cuyo nombre lleva hoy la ex Casa Cuna de 8 y 67-, en “la fiesta de compromiso de una pareja amiga”. Juntos transitaron más de tres décadas, hasta el fallecimiento de Sbarra en marzo de 1974, a los 67 años.
“Noel era un hombre de carácter fuerte, extrema rectitud y pocas palabras” recuerda: “no le gustaba decir dos veces las cosas, y predicaba con el ejemplo de su compromiso al frente del hospital. Era exigente, pero muy respetuoso del trabajo y la especialidad de cada uno de sus colaboradores”.
“El sentir que uno es útil hace que se viva mejor” es uno de los lemas que sintetizan la filosofía de Celia, quien ejerció su profesión hasta 1969 pero se mantiene actualizada y siempre tiene a mano un consejo para quien quiere abrevar en su vasta experiencia.
“La enseñanza acerca de la higiene bucal, y la atención temprana odontológica de los chicos de familias no pudientes, son fundamentales para evitar inconvenientes con la nutrición en la infancia y otros problemas en la adultez” destaca quien inauguró y gestionó la sala de su especialidad en la entonces Casa Cuna.
Impulsora de la creación de la Fundación Pro-Infantia, Celia Ford también promovió la pintura y la música, tanto en los museos de Bellas Artes y Municipal (Macla) como desde otras entidades. Ella y Noel no tuvieron hijos, pero sus sobrinos, sobrinos nietos y bisnietos son parte de su vida cotidiana, en el hogar de calle 45, a metros de plaza Paso, en cuyo frente la placa de bronce con su nombre y su profesión coexiste con otra de cerámica que recuerda al “Dr. Noel Sbarra, médico y humanista”.
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