Irlanda y derechos de los ciudadanos, entre los puntos clave del acuerdo

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BRUSELAS

Tras el acuerdo logrado ayer en Bruselas con la Unión Europea, Reino Unido se convierte en el primer país en la historia en dejar el bloque de 28 naciones. El acuerdo consiste en un retiro legalmente vinculante y una declaración política de 26 páginas para futuras relaciones. Estos son algunos de sus aspectos clave:

ACUERDO DE RETIRO

El período de transición: Gran Bretaña dejará la UE el 29 de marzo, pero seguirá dentro del mercado único del bloque y sujeto a sus normas hasta fines de diciembre de 2020, mientras ambas partes negocian una nueva relación comercial. El período de transición puede extenderse hasta dos años antes del 1 de julio de 2020 si ambas partes coinciden en que necesitan más tiempo.

Irlanda: El acuerdo se compromete a que ambas partes lleguen a una cláusula de “salvaguarda” (llamada backstop en inglés) para garantizar que la frontera entre Irlanda, miembro de la UE, e Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido, permanezca libre de aduanas u otras barreras. Mantiene al Reino Unido en un acuerdo aduanero con la UE y se extenderá hasta que se sustituya por nuevos acuerdos comerciales permanentes.

Ley de divorcio: Gran Bretaña acordó pagar unos 39.000 millones de libras (US$ 50.000 millones) para cubrir los compromisos con la UE ya asumidos para el período de financiación que llega hasta 2020.

Derechos de ciudadanos: Los ciudadanos de la UE que viven en Gran Bretaña y los británicos en otras partes del bloque, mantendrán sus derechos de residencia y laborales.

DECLARACIÓN POLÍTICA

Ambas partes se comprometen a una “ambiciosa y extensa” sociedad en todas las áreas. Sin embargo, muchos de los detalles sólo se solucionarán después de que Gran Bretaña deje el bloque el próximo 29 de marzo.

Comercio: Gran Bretaña y la UE buscan una relación económica “integral”, incluida una zona libre de impuestos. Habrá acuerdos comunes aduaneros para ofrecer un comercio libre de aranceles y ambas partes se comprometerán para “construir y mejorar” un territorio aduanero único temporal planteado en el acuerdo de salida.

Frontera irlandesa: Gran Bretaña y la UE se comprometen a reemplazar la salvaguarda con una solución permanente que “establezca acuerdos alternos para asegurar la ausencia de una frontera dura en la isla de Irlanda”. Esto podría incluir soluciones tecnológicas por el momento no desarrolladas.

Servicios financieros: Ambas partes deberán analizar si pueden declarar los regímenes regulatorios del otro como “equivalentes” para facilitar servicios financieros entre fronteras. Las evaluaciones deberán concluir para fines de junio de 2020.

Pesca: Uno de los temas más polémicos -quién tiene acceso a las aguas territoriales del Reino Unido y la UE- fue aplazado. La declaración sólo dice que ambas partes deberán “establecer un nuevo acuerdo de pesca” en lo posible para el 1 de julio de 2020. (AP)

 

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