Otra vez se disputó en Florida una de las batallas más reñidas del supermartes

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Como viene sucediendo desde el año 2000 cuando el republicano George W. Bush se convirtió en presidente por un puñado de votos sobre el, en ese momento vicepresidente, Al Gore, el estado de Florida se convirtió en el epicentro de muchas miradas.

Es que una vez más en la península, las elecciones por la gobernación y el Senado quedaron virtualmente empatadas desde el cierre mismo de los comicios y a lo largo de todo el recuento de votos con fluctuaciones en uno u otro sentido, en función del distrito que se escrutaba.

El republicano Ron DeSantis y el demócrata negro Andrew Gllum estaban virtualmente igualados con 49,95% y 48,83% respectivamente aunque con distritos favorables al demócrata aún pendientes en la lucha por la gobernación.

Algo similar sucedía en la puja por el Senado, donde Rick Scott aventajaba por 50,41 % de los votos al veterano senador Bill Nelson que obtenía 49,59%.

Por su parte, la candidata demócrata a la Cámara de Representantes Donna Shalala le arrebató al Partido Republicano el decisivo distrito 27 de Florida, que durante años estuvo en manos de la veterana congresista Ileana Ros-Lehtinen, según los primeros resultados electorales oficiales.

Lo cierto es que al cierre de esta edición, uno de los lugares clave de estos comicios y de los primeros en cerrarse, aún quedaba sin definición.

 

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