La inyección que promete revolucionar el tratamiento contra la obesidad
Edición Impresa | 9 de Noviembre de 2018 | 02:10

Alejandro tiene 51 años, una larga trayectoria en la lucha contra la obesidad, que incluye el haberse sometido a un by pass gástrico hace una década, y una expectativa nueva que lo entusiasma: la de alcanzar su peso ideal dentro de alrededor de dos meses. Lo que motiva ese entusiasmo es el tratamiento que inició hace 28 días, que combina una dieta baja en calorías, actividad física y liraglutida, el medicamento inyectable aprobado el último septiembre por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), el primero en su tipo en los últimos 20 años, y que, a juicio de algunos especialistas, abre un nuevo paradigma en el tratamiento de la obesidad.
Alejandro habla de efectos tan rápidos como sorprendentes. Dice que en 28 días logró bajar más de tres kilos y que experimentó cambios profundos en su relación con la comida. El principal: la sensación de saciedad llega ahora más temprano y es más duradera. A partir de ese cambio, actualmente come porciones cuyo tamaño es alrededor del 30% de las que comía antes de incorporar el nuevo medicamento. Se ajusta a las cuatro comidas, no tiene necesidad de “picotear” entre una y otra y hasta le mejoró el humor, al tiempo que perdió la ansiedad por comer.
Alejandro es uno de los más de cien platenses que ya se tratan con liraglutida, un fármaco que promete revolucionar el tratamiento de la obesidad.
Así lo indica Oscar Karagenzián, director de la clínica Cormillot de La Plata, quien afirma que la liraglutida “va a cambiar el paradigma del tratamiento de la enfermedad”.
Los especialistas destacan que los efectos del medicamento son rápidos (se notan el mismo día de su administración) y comparables a los de un by pass gástrico, al actuar activando la sensación de saciedad “sin provocar efectos secundarios graves”.
Pero también destacan que su efectividad se asocia a la utilización bajo supervisión médica y en el marco de un tratamiento que incluya otros elementos, como una dieta reducida en calorías y actividad física periódica.
El tratamiento tampoco está indicado para cualquier paciente, sino para aquellos cuyo índice de masa corporal (IMC, una relación matemática que asocia la masa y la talla de un individuo) sea superior a 30 o quienes tienen un IMC mayor a 27 y patologías asociadas (tales como hipertensión, hipercolesterolemia o hígado graso, entre otras).
La liraglutida se administra diariamente en forma inyectable mediante una lapicera prellenada.
Se trata de un análogo de un tipo de incretinas (Las GLP-1) que son liberadas por las células del intestino y actúan a nivel cerebral en respuesta a la ingesta de alimentos, provocando saciedad.
“La respuesta de los pacientes es muy buena. Algunos dicen que se les fue la ansiedad por la comida. La liraglutida genera un efecto de saciación (el paciente frente al plato de comida come una parte y se siente satisfecho) y saciedad (en las horas siguientes no le dan ganas de comer)”, explica Karagenzian.
Por otra parte, la adhesión a los tratamientos “mejora muchísimo”, al decir del especialista, “porque los efectos se notan enseguida”.
La aprobación del nuevo producto genera entusiasmo a nivel mundial. Karagenzian, que se dispone a asistir al Obesity Week 2018, un encuentro de profesionales de la salud especializados en obesidad, que este año se va a desarrollar en Nashville, Estados Unidos, no tiene dudas de que será “la vedette” del encuentro y que permitirá analizar experiencias y resultados de distintos puntos del mundo.
Con todo, los especialistas tienen algunas reservas. La principal tiene que ver con que el uso del nuevo fármaco “se bastardee”.
“No es un producto que se recomiende utilizar solo. Tiene que formar parte de un tratamiento médico integral que incluya otros elementos, como la dieta o el ejercicio”, explica Karagenzián.
De hecho, los especialistas en obesidad destacan que, aún entre quienes cumplen con los requisitos para recibir el tratamiento, se eligen aquellos que no bajan de peso con las terapias comunes, sin medicación.
Actualmente, 1.900 millones de adultos tienen sobrepeso en el mundo; de éstos, 650 millones presentan obesidad. En la Argentina, el 37,1% de la población mayor de 18 años tiene sobrepeso, mientras que 1 de cada 5 (20,8%) padece obesidad.
Está indicada en el marco de tratamientos que incluyen dieta y actividad física
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