El Pincha le bajó el telón a un semestre con altibajos

Con un plantel corto, Benítez apostó por varios juveniles. En las últimas fechas fueron importantes los jugadores más experimentados

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El último sábado Estudiantes le puso punto final a un semestre irregular, el cuál comenzó muy bien y luego se terminó desinflando. En el medio sufrió una crisis de la que parecía que no iba a salir, pero se repuso y logró finalizar la primera etapa de la Superliga en la mitad de la tabla, cerca de los puestos de clasificación a las copas internacionales del 2020.

En la pretemporada Leandro Benítez, que fue ratificado en su cargo tras su interinato, sabía que tenía por delante tres competencias con un plantel limitado. Fernando Evangelista y Lucas Albertengo fueron las únicas dos incorporaciones: el primero nunca logró ganarse la consideración del DT y terminó jugando poco y nada, mientras que el ex Independiente le costó varios meses encontrar su nivel, aunque sobre el final terminó siendo titular.

En este contexto, al cuerpo técnico no le quedó otra que apostar por varios juveniles, teniendo a su favor que los conocían de su paso por la Reserva. Matías Pellegrini fue sin dudas la gran aparición, ya que desde un comienzo no le pesó la Primera División y demostró que tiene potencial para ser vendido a Europa en un futuro cercano.

¿Cuál era el objetivo del plantel? Hacer un buen papel en la serie ante Gremio, llegar lo más lejos posible en la Copa Argentina y sumar puntos en la Superliga, pensando principalmente en no quedar ahogado con los promedios la temporada siguiente.

El mano a mano ante el conjunto de Porto Alegre fue, sin dudas, el punto más alto del Pincha en el semestre y curiosamente se dio al comienza. Victoria 2-1 en la ida y derrota sobre el final por el mismo marcador en la vuelta, estando a pocos minutos de lograr el pase a los cuartos de final. En el medio, por el torneo doméstico, se impuso con justicia 2-0 a Boca y todo era color de rosa.

Pero luego de la eliminación copera empezó la debacle. El equipo ya no mostraba la intensidad y frescura de los primeros partidos y comenzó a sumar poco y nada. Cuando quedó eliminado de la Copa Argentina ante San Lorenzo y perdió por un gol insólito ante Tigre, tocó fondo.

“Que sea el punto de partida”, dijo Mariano Andújar tras el 1-1 frente a Atlético Tucumán y así lo fue: tres victorias al hilo de la mano de los más experimentados, cuatro empates y apenas una derrota (1-2 contra Rosario Central) marcaron las últimas semanas del equipo para quedar decimocuarto (sobre 26 equipos) con 18 unidades.

 

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