Mientras se derrumbaba la libra, la oposición pidió a los gritos que presentara la renuncia

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La Cámara de los Comunes británica vivió ayer una de las jornadas más tumultuosas de los últimos años. El dirigente opositor Jeremy Corbyn dijo que la decisión de aplazar el voto revela que “el gobierno ha perdido el control de los acontecimientos y ha caído en el desorden total”. Los parlamentarios laboristas corearon “íRenuncie, renuncie!” al finalizar el discurso de May, mientras el legislador conservador Jacob Rees-Mogg rechazó el “acuerdo imposible de aprobar” y dijo que allanaba el camino para un gobierno laborista presidido por Corbyn.

El anuncio, hecho en tono desafiante, provocó una nueva caída de la libra. La moneda británica, principal indicador de la confianza de los inversionistas internacionales en la economía, cayó 1,7% a 1,2515 dólares, su nivel más bajo en 20 meses.

 

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