Sobre la hora, oficialismo y oposición juegan al misterio con varios cargos vacantes

Parece una movida coordinada pero probablemente no lo sea. Por estas horas, desde el oficialismo y la oposición juegan al misterio respecto a lo que será la sesión de mañana en el Senado provincial, en la que se votarían los nombres que ocuparán los lugares vacantes en dos espacios muy apetecidos por la política tradicional: el Tribunal de Cuentas bonaerense y el directorio del Banco Provincia.

Tan hermética viene la cosa que la mayoría de las fuentes legislativas consultadas por este diario apuesta a que los pliegos de los candidatos ingresarán a la Cámara alta un par de horas antes del inicio de la sesión, pautada para las 13. Si hay acuerdo, se prevé un trámite relativamente rápido en el recinto.

La gobernadora María Eugenia Vidal incluyó este ítem en las negociaciones que culminaron con la aprobación del Presupuesto provincial del 2019, la Ley Impositiva y la autorización para un millonario endeudamiento. Cambiemos tiene mayoría en el Senado; por lo tanto maneja la suerte de las sesiones y de los temarios.

En cierta forma, se empieza a tornar imperativo completar las vacantes del Tribunal de Cuentas ya que viene impedido de alcanzar el quórum mínimo para su funcionamiento. Su tarea es dictar fallos y aplicar las sanciones que correspondan ante eventuales irregularidades administrativas que se detecten en la gestión provincial y en los municipios.

Por diversas circunstancias –retiros, fallecimientos- durante los últimos dos años el Tribunal se fue quedando con sólo dos miembros titulares de los cinco que prevé la ley: su presidente, Eduardo Grinberg, y Miguel Teilletchea, vocal a cargo del estudio de las cuentas de las reparticiones autárquicas y entes especiales. El quórum es de tres.

Según trascendió, en la sesión de mañana se votarían los pliegos de los tres faltantes. Quedaría para 2019 un eventual cuarto lugar libre ya que, según fuentes del organismo, Teilletchea ya presentó los trámites para jubilarse y el retiro se concretaría en enero. Sin embargo, una versión decía anoche que ese sillón podría incluirse en la votación.

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De acuerdo a las negociaciones que se cerraron entre oficialismo y oposición, las tres butacas vacantes se repartirán a razón de: una para el PJ, una para el Frente Renovador massista y otra para Cambiemos. Si corriera también el lugar de Teilletchea (se verá cómo explicarán votar un cargo que aún no está formalmente vacante), sería también para el oficialismo. Se aprueban con mayoría simple del Senado.

Se reitera: los nombres se manejan con hermetismo pero, según trascendió, Sergio Massa elevará la postulación de Daniel Chillo, actualmente trabajando en la Auditoría General de la Nación. En el pasado, fue funcionario de Ingresos Públicos en Tigre, el pago chico del ex diputado que se apresta para una nueva candidatura presidencial.

En el caso del peronismo, será un nombre ligado a los intendentes dialoguistas del Conurbano quienes, una vez más, dieron una mano para aprobar el Presupuesto. El alcalde de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, aparece como el principal interlocutor de ese espacio con Vidal. El PJ propondrá un hombre cercano a él.

Este diario pudo saber que el nombre que se baraja es el de Juan Pablo Peredo, un contador egresado de la Universidad del Centro de la Provincia, oriundo de Necochea pero residente en Tandil.

En Cambiemos, en tanto, sigue sonando el nombre de Malena Baro, esposa del jefe de los Senadores amarillos, Roberto Costa, quien hasta hace nada militaba en el Frente Renovador. Si fuera por Vidal, el cargo inicialmente estaba destinado a María Fernanda Inza, ex secretaria de la gobernación, que cayó en desgracia con el escándalo de los aportantes truchos de la campaña macrista. Era la tesorera de la misma.

Se aclara que para acceder al Tribunal, según el artículo 2º de la Ley 10.869, se requiere ser argentino, tener treinta años como mínimo y ser contador público con seis años de ejercicio en la Provincia. Todos los antes mencionados son contadores.

En el caso del Banco, son cinco las sillas a renovar. Cambiemos ratificaría al radical Diego Rodrigo y dejará contento así a su socio partidario. Massa, que renueva dos lugares, propondrá la continuidad del juninense Mario Meoni y acercaría el nombre de su cuñado, Sebastián Galmarini, uno de los dos nombres que tiene en carpeta. El otro es el de Micaela Ferraro.

Y el peronismo llegó a un acuerdo según el cual un director lo pone la Primera Sección Electoral (Norte y Oste del Conurbano) y el otro la Tercera (Sur del GBA).

En el primer caso, Insaurralde acordó con el cristinismo el nombre de la ex diputada Juliana Di Tullio, oriunda de Morón. Pero estaría encontrando resistencias en Cambiemos, con números suficientes en el Senado para voltear la nominación. Hasta anoche, nadie se animaba a decir qué pasaría.

En el segundo caso, según confirmó este diario, el postulante será un funcionario de primera línea del gabinete del municipio de Almirante Brown, que conduce el intendente Mariano Cascallares. Anoche, Cascallares respetaba el pacto de silencio incluso en su mesa chica.