Un caballo de polo y una batuta de Barenboim, los regalos para el líder oriental y la Primera Dama
Edición Impresa | 3 de Diciembre de 2018 | 02:08

El presidente chino, Xi Jinping, además de rubricar 35 acuerdos de cooperación e integración durante su visita de Estado a la Argentina, se llevó a su país un regalo muy especial que le hizo el presidente Mauricio Macri: un caballo de polo.
A su vez, la esposa del líder chino, Peng Liyuan, que en su país es tanto o más famosa (por su exitoso pasado como soprano) que su propio marido, tampoco se fue con las manos vacías: la primera dama, Juliana Awada, le obsequió una batuta que perteneció al director de orquesta argentino Daniel Barenboim.
El caballo de polo que el presidente argentino le regaló a su par asiático constituyó el corolario de la amistad que ratificaron ambos países durante la visita de Xi Jinping a la quinta de Olivos, y apunta a un fin muy específico, que es reinstalar ese deporte en China.
El propio Macri lo expresó en su discurso, al señalar que el líder chino le había regalado un cuadro en el que quedaba evidenciado que el polo se juega en ese país desde hace mil años y era practicado por las mujeres.
“Queremos reinstalar el polo en China y ahora por lo menos vamos a arrancar con este regalo”, le dijo Macri a su colega chino.
El animal es una yegua de siete años, que lleva el nombre de Luca Kazka, cuyos padres son River Slaney (ganador del ranking de padrillos 2013) y Ombucito Balconera, de la raza de caballos de polo argentino.
Además, Xi Jiping pudo apreciar los movimientos del juego que exhibieron los jinetes Juan Pablo Bras Harriot y Benjamín Araya, de la Asociación Argentina de Polo, en los jardines de la residencia presidencial. Allí, se mostró interesado en observar de cerca el atuendo de los jugadores y sus montados y recibió además un casco de polo de regalo; también tomó el taco y practicó algunos tiros tratando de pegarle a la bocha.
BICICLETAS
Juliana, que lució un vestido de color púrpura, se dirigió junto con la esposa del premier chino al chalet de la residencia, en cuya entrada se tomaron fotos e intercambiaron sendos regalos, luego de una breve recorrida por los jardines a bordo de un carrito de golf.
Peng obsequió por su parte a la primera dama argentina dos bicicletas: una para Antonia y otra para ella, además una chalina de seda.
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