Carolina Herrera deja de ser directora de su imperio para dedicarse a la familia

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Tras 37 años en el mundo de la moda y 72 desfiles, la venezolana Carolina Herrera se despidió ayer como directora creativa de la firma que creó en 1981 pero no se retira del mundo de la moda, ya que seguirá siendo embajadora internacional de su marca.

Con 79 años, Herrera quiere dedicarle más tiempo a su amplia familia. Pero su dedicación familiar no le impedirá seguir ocupándose de su casa de modas, donde ocupará un cargo creado a su medida, el de embajadora de la marca, desde el que podrá controlar la labor que realizará su sustituto, el estadounidense Wes Gordon.

Gordon, de 31 años y que en el último año ha trabajado como consultor creativo para Carolina Herrera, es “el adecuado para este puesto”, en palabras de la diseñadora.

“Estoy encantado con la evolución de la compañía en estos 37 años. Nuestro éxito ha sido tremendo y un verdadero sueño. Todavía hay muchas oportunidades y espero seguir representando a la casa y a nuestros proyectos en todo el mundo”, aseguró Herrera en un comunicado.

Aunque no se trate de una retirada, sí es un punto y aparte en la historia de esta venezolana que no comenzó a diseñar hasta pasados los 40 años, una edad tardía que no le ha impedido alcanzar el olimpo de los diseñadores más respetados del mundo de la moda. Lo ha hecho desde un estilo clásico y depurado que desde el primer momento reflejaba el gusto de la clase alta neoyorquina.

Hoy, es una de las diseñadoras que más ha explotado su logotipo, que firma desde perfumes a carritos de bebé, lo que ha llevado a su firma a registrar unas ventas anuales de 1.400 millones de dólares. Pero Carolina Herrera parece estar por encima de cifras y de modas. Como resume a la perfección Anna Wintour: “Tiene un estilo constante. O bien se tropezó con el elixir de la eterna elegancia o es una maestra en el arte de variar sutilmente un tema ganador”.

 

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