La molesta rutina de vivir cargando baldes
Edición Impresa | 13 de Febrero de 2018 | 01:40

Martín Arenilla vive junto a su familia en uno de los dúplex del complejo de diez unidades funcionales de 37 entre 30 y 31. Desde el jueves pasado que junta agua en baldes, palanganas y bidones a partir de un pequeño chorro que sale de la canilla del patio de abajo de la vivienda.
“Al tanque no llega nada de agua”, contó al tiempo que subió un poco la manguera de la salía un “hilito” y demostró con el gesto que a un metro del suelo ya no sale ni una gota.
La de Arenilla es una de las tantas familias del barrio de La Loma que tiene que rebuscárselas, por caso, para bañarse. “Con el agua que juntamos en casa cocinamos y lavamos los platos. Para una ducha voy a la casa de mi mamá y mis hijos aprovechan que van al club”, confió.
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