Un policía confesó haber asesinado a su mujer y se suicidó: "No voy a ir preso"
| 27 de Marzo de 2018 | 11:00

Un sargento de la Policía de Córdoba asesinó hoy a su esposa, oficial de la misma fuerza, luego llamó a una comisaría para confesar el hecho y pedir que ayudaran a su pequeña hija que había quedado sola en la casa, tras lo cual se suicidó de un tiro en la cabeza.
Los hechos ocurrieron pasada la medianoche en la localidad cordobesa de Despeñaderos en una vivienda ubicada en San Juan al 100 del barrio General Paz, cuando la oficial Deolinda Díaz (32) fue encontrada flotando y sin vida en la pileta del inmueble.
Fuentes judiciales y policiales informaron que el hallazgo ocurrió luego de que su esposo, identificado como José Adrián Contreras (40), llamó a la Central de Comunicaciones de la Policía de Alta Gracia para confesar el asesinato y pedir que cuidaran a la hija que había quedado durmiendo en la vivienda.
El fiscal de Alta Gracia, Alejandro Peralta Otonello, relató a los medios locales que "a las 0:50 Contreras llamó por teléfono a la comisaría diciendo que se había 'echado una cagada'". Según el funcionario judicial, el homicida añadió que había "matado" a su mujer y pidió que busquen a su hija que había quedado en la casa. Contreras también había manifestado que se iba de la casa y que no iba a quedar preso.
Peralta Otonello precisó que espera los informes de la autopsia para determinar la causa de la muerte de la mujer, aunque se descartó un disparo de arma de fuego. El fiscal también adelantó que los informes preliminares se encaminan a que fue "asfixiada", presuntamente por estrangulamiento, y luego fue arrojada a la pileta.
A partir de los primeros elementos de pruebas recolectados, el fiscal ordenó la búsqueda y detención del esposo y acusado preventivamente por el delito de "homicidio doblemente calificado por el vínculo y por violencia de género".
La policía había montado un intenso operativo policial de búsqueda del sargento Contreras, quien se movilizaba en un Ford K negro, hasta que fue ubicado en un camino de difícil acceso entre Alta Gracia y Falda del Carmen.
Al inspeccionar el interior del vehículo los efectivos policiales encontraron el cuerpo sin vida del esposo de la víctima, quien yacía con un disparo de arma de fuego en la sien derecha.
"El suicidio era una probabilidad", sostuvo el fiscal al sostener que cuando Contreras dijo que no iba a ir a la cárcel "evidenciaba esa posibilidad".
De acuerdo a algunos testimonios de vecinos de la familia de los policías, ellos vivían desde hacía aproximadamente diez años en el barrio y no tenían mucho contacto con la gente del lugar.
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