El “Mapa Mental” de Carlos Ann en la Ciudad: “Siempre me he sentido como un viajero cósmico”
Edición Impresa | 11 de Abril de 2018 | 04:20

“Nietszche dice que el arte impide que muramos de realidad, y en los tiempos que estamos ahora más que nunca es necesario el arte como herramienta de salvación. Estamos en la era de la dispersión total, y el arte nos enraiza, crea un sostén que nos ubique en el tiempo y el espacio”, dice el barcelonés Carlos Ann: músico, poeta, pero ante todo, viajante, ciudadano del mundo, Ann llegará por primera vez a La Plata el viernes, para presentar en Ciudad Vieja “Mapa Mental”, un trabajo que operó de brújula en su larga trayectoria, que incluye 17 discos, libros de poesía y colaboraciones con artistas de la talla de Nacho Vegas, Enrique Bunbury, Phil Manzanera y Alejandro Jodorowsky, entre otros.
“Mapa Mental” reúne ocho canciones basadas en su autobiografía, al que define como “un ejercicio de recapitulación, un trabajo confesional”. El disco llegó a las bateas tres años después de “Holograma”, un trabajo “retrovanguardista” inspirado en los paisajes de “Blade Runner” (“no sabía que iba a salir la película”, se ríe): la tardanza, explica, se debe a que repitió tres veces el disco en el estudio. “No encontraba el sonido que buscaba”, confiesa en diálogo con EL DIA, hasta que consiguió con instrumentos y una puesta sesentosa la sonoridad “gruesa, orgánica, cruda, que buscaba”.
El trabajo es una brújula, explica Ann, porque sirvió para repasar los momentos y espacios claves de su vida: de ahí su título, “Mapa mental”, y las menciones recurrentes a las ciudades que ha visitado, donde ha dejado memorias, que componen el trabajo, desde “París, Aísa, Barcelona, Calella” hasta “Berlín”. “Siempre me he sentido como un viajero cósmico, y esta fue una manera de plasmarlo”, dice sobre este afán geográfico y emocional Ann. “Creo que los viajes sirven para cicatrizar. Cuando realizamos un viaje, hay un punto de partida y un punto de destino: de una manera simbólica, creo que mentalmente estamos preparados para dejar cosas en el camino y buscar nuevas aventuras”, agrega sobre el viaje mental que dio lugar al trabajo.
Ann ha pasado varias temporadas de visita en América latina: para él, Latinoamérica “es libertad”, afirma: “Las cosas están por hacer y no tiene el peso histórico. Los europeos estamos muy acostumbrados a hacer las cosas de una determinada manera. Eso, siempre que no se deje llevar por los cánones europeos”. Y Argentina, en tanto, “vive en su propio planeta: geográficamente está muy al sur, está algo incomunicada, y esa es su grandeza, ha desarrollado su propia personalidad”, opina.
En su mapa mental también hay una fuerte presencia de Japón, ligada a su admiración por los pensadores esotéricos orientales que representan otro escape a las normas occidentales: el hombre que tiene a Morihei Ueshiba, creador del aikido, como foto de perfil en WhatsApp conformó una banda llamada Bushido con Bunbury y llamó a su trabajo anterior a “Holograma” “Agatsu”, que significa victoria sobre uno mismo.
Practicante del mencionado arte marcial, Japón, dice parece simbolizar en su vida la disciplina, “no de estar sometido a nada, sino hacia el trabajo interior”. El principio rector del aikido, afirma también, lo pone en práctica en la vida y en la música, evitando oponer resistencia “respecto a uno mismo y respecto a las fuerzas que pueden venir de otras partes: la base es aprovechar el impulso de esa fuerza para tu bien, no ponerte delante como un muro de contención”. De ese fluir hizo gala para enfrentarse a la muerte, “al viaje”, de su padre para grabar dicho disco. “Me encerré en el estudio y no soy consciente de cómo salió el disco, no recuerdo la creación de ese disco, solo recuerdo levemente cuando iba al estudio”, rememora.
“Agatsu” fue el primer trabajo de Ann tras lanzar, en 2012, un recopilatorio que repasaba una década y media de carrera. Fue, explica, otro ejercicio en la libertad: “Un recopilatorio “sirve para desprenderse de la obra: es como cuando subes una montaña, cuesta, y además vas muy cargado, y hay una persona que no puede subir y te atrapa del tobillo... y en un momento no puedes más y dejas amorosamente a esa persona, la dejas hasta donde ella puede llegar, es su propio camino; te desprendes de la mochila, de los recuerdos que ya no te valen para nada, y ahí puedes subir la montaña”, analiza.
Algunos de aquellos primeros éxitos que quedaron en la montaña sonarán el viernes en Ciudad Vieja, puntapié de su gira por el país, aunque el protagonista principal de la velada será, claro, el “Mapa Mental” trazado este año por el barcelonés.
“Mentalmente estamos preparados para dejar cosas en el camino y buscar nuevas aventuras”
Carlos Ann, músico y poeta
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