De noche los semáforos se respetan cada vez menos y sólo 44 quedan destellantes

Si bien hay faltas en cualquier horario, entre las 23 y las 6 el porcentaje de acatamiento se reduce de forma drástica. En la periferia son los vecinos quienes parecen “decidir” en cuáles se frena. Qué dicen los expertos

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En la Ciudad, nueve de cada diez semáforos permanecen funcionando con normalidad durante las horas nocturnas; apenas el diez por ciento pasa a condición destellante. Sin embargo, tal como lo advierte cualquier conductor que transite esa porción de la jornada comprendida entre las 23 y las 6, el porcentaje de quienes los acatan decae de manera drástica hasta casi desaparecer, particularmente en la periferia del casco histórico. Y se impone el debate, con posiciones encontradas, acerca de cuál opción es más segura y genera menos peligros potenciales; si circular entre órdenes de detención que suelen no ser respetadas, o bajo amarillos intermitentes que agilizan los cruces, pero advierten y obligan a extremar las precauciones a todos por igual.

La Comuna sostiene que lo adecuado es mantener la mayor parte de los ordenadores funcionando, con sus ciclos habituales, las 24 horas. Y así lo indican las estadísticas: de los 398 cruces semaforizados locales, 274 dentro del casco y 124 fuera, sólo unos cuarenta destellan en las siete horas más profundas de la noche y madrugada.

“Para decidir de qué manera va a funcionar un semáforo en el horario nocturno, sobre todo en avenidas de acceso, e intersecciones en las que se desarrollan altas velocidades, se evalúa si hay un volumen de tráfico que amerite su continuidad y también cuál es la condición de seguridad del lugar para una eventual detención” precisan en el área de Electromecánica municipal: “el formato destellante, lamentablemente, muchos lo atraviesan como si nada”.

El tema es que, en muchos barrios, son los propios vecinos los que sugieren antes cuáles semáforos es “aceptable” parar y antes cuáles mejor evitarlo, estén o no en rojo, para no quedar vulnerable ante un hecho delictivo. En estos cruces, considerados parte de una suerte de “lista negra”, aún cuando no se registren asaltos parar puede significar maniobras riesgosas e incluso choques por detrás para quienes respeten la luz roja, y un aumento del riesgo para quienes circulan por las transversales con luz verde, ante la aparición de coches en movimiento por entre los detenidos.

“La realidad es que son muy pocos los que respetan los semáforos a la noche; pero hay que diferenciar lo que es el centro de la periferia” señala Juan Carlos Berón, titular del Sindicato Unión Conductores de Taxis: “en el centro es imprescindible que funcionen, y que se controle que los respeten; ahí, con todos en amarillo podría haber más accidentes incluso que los actuales, con tantos pibes alcoholizados y gente que toma el volante en malas condiciones”.

“También se puede diferenciar lo que implican los días laborables con las madrugadas de los fines de semana, donde el tránsito crece exponencialmente y muchos se creen que están compitiendo en Fórmula 1” aclara el dirigente: “es verdad que cuando respetás y parás te pasan por el costado, por derecha o por izquierda, te tocan bocina, te hacen luces para que en definitiva infrinjas la ley. También tengo compañeros que han parado en algún semáforo y los han asaltado. Incluso los pasajeros tienen diferentes opiniones cuando uno para en una esquina que consideran peligrosa. Es un tema para analizar a fondo y trabajar en varios frentes, desde la educación vial y la seguridad entre otros”.

Desde el área de Movilidad Urbana local, se explica que “para determinar el tipo de funcionamiento de los semáforos en horas nocturnas, se tienen en cuenta tanto el flujo vehicular como la seguridad”. Es éste último ítem el que suele resultar decisivo. “Por cuestiones de seguridad, en intersecciones específicas que no presentan un flujo importante de tránsito los semáforos quedan intermitentes entre las 23 y las 6” se subrayó.

CRITERIO ERRONEO

Para el abogado y magister en Seguridad Vial platense Daniel Zuccarelli, “desde hace más de 25 años, las sucesivas administraciones municipales aplican el mismo criterio, que no es el indicado. Los semáforos se instalan donde hay mucho tránsito, existen ecuaciones y cálculos, es algo que no se puede hacer a ojo... Están vinculados con, por ejemplo, cuál es la espera promedio que tiene un vehículo para poder cruzar una esquina. En este sentido, tener semáforos andando a las tres de la mañana es un absurdo”.

“A esa hora, tener un ciclo ‘normal’, como el resto del día, es peligroso por varios motivos” acota el experto: “y la historia termina con el conductor mandándose en rojo, con el riesgo consiguiente para quien llegue por el otro lado y confíe en que tiene luz verde, o el peligro para el que acata las normas de que le pongan un caño en la cabeza”.

“Los equipos tienen que estar en amarillo intermitente, es más seguro y de paso no te obligan a estar violando la ley permanentemente” dice Zuccarelli: “creo que no conozco un solo lugar en La Plata que amerite tener semáforos activos a toda, excepto la salida de micros de la Terminal, los hospitales o los cuarteles de bomberos”.

“En los países del primer mundo, ambulancias y autobombas van enviando señales a los semáforos para crearse onda verde ante las emergencias” revela el especialista vial: “nos falta para llegar a eso, pero por lo menos se pueden colocar semáforos por demanda para los peatones en algunos lugares. Eso sí, todos los cruces conflictivos tienen que estar muy bien iluminados, y tener decrementadores para bajar la ansiedad”.

Aunque no es habitual que se labren en horarios nocturnos, las multas por ignorar la señal en rojo de un semáforo pueden superar los $15 mil pesos. La pena se encuentra en el rango de las más onerosas, pues la infracción se considera de máxima gravedad.

Por ahora, el municipio no contempla la instalación masiva de nuevos semáforos; en ese sentido, predomina la teoría de utilizarlos como “último recurso” cuando ya se buscaron otras alternativas de señalización y ordenamiento. Actualmente, según trascendió, se encuentra en estudio su factibilidad en una veintena de esquinas de la Ciudad. Los planes integrales de adecuación de frecuencias y sincronización semafórica se encaran aproximadamente cada cuatro años.

 

Datos
236
multas
son las que labraron entre los meses de enero y febrero último los inspectores municipales, de acuerdo al relevamiento más reciente difundido por la Municipalidad de La Plata. Además se secuestraron 22 vehículos por esa falta, considerada grave.

398
cruces
semaforizados quedan en la Ciudad. Nueve de cada diez permanecen en normal funcionamiento durante el horario nocturno. Del total, 274 están dentro del casco urbano y el resto en los barrios de la periferia y en los accesos, según datos oficiales

 

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