El grooming entró a la cancha, pero no para jugar

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Por HERNÁN NAVARRO
Abogado. Director de la ONG Grooming Argentina

Es un jugador que nadie quiere en su propio equipo ni enfrente, aquél del que jamás se espera la llegada al club, pero lamentablemente llega y comienza a generar lo que todos temían pero ninguno imaginaba. El grooming entró a la cancha y no precisamente a jugar.

Desde nuestra Institución “Grooming Argentina”, definimos al grooming como: el acoso sexual virtual a niños, niñas y adolescentes. Es un delito y una problemática real que en los últimos meses está adquiriendo visibilidad a raíz de la difusión de casos de público conocimiento. Esta vez el escenario de las denuncias por abusos tuvo como actor protagonista al Club Atlético Independiente, con la posterior confirmación de esta modalidad implementada entre los imputados por el Procurador General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, y de la fiscal María Soledad Garibaldi, a quién como parte de la sociedad debemos felicitar por priorizar ante todo la protección integral y la no revictimización de los adolescentes abusados.

La gravedad del grooming radica en la naturaleza de la problemática: lo entendemos como la nueva modalidad del abuso sexual infantil. No hace falta el contacto físico para que un chico en Argentina sea abusado. El abuso es digital. El grooming está ocurriendo y no es precisamente un juego.

 

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