Los beneficios del fuego

Nada mejor que una estufa hogar o una chimenea para calefaccionar los ambientes. Opciones para todos los gustos

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Un living con una chimenea, un departamento con un lindo sillón para poder sentarse y disfrutar de las tardes de domingo al abrigo de la lumbre o incluso una estufa, esas son las tendencias de moda para las olas de frío que se vienen con el invierno a la vuelta de la esquina.

Tendencia o no, la lumbre siempre ha hecho hogar. Antiguamente las historias se contaban alrededor de una fogata, y miente aquel que niega que las reuniones no son mejor sin un centro calórico que acompañe.

De hecho, nuestra evolución social y cultural está íntimamente ligada a este elemento, algo que quedó demostrado gracias a varios estudios que demostraron que este tipo de relatos alrededor de las llamas propiciaron la imaginación, armonía, igualdad e incluso la conciencia social.

La intimidad que proporcionan las llamas ha sido siempre referente para el romanticismo, pero cada vez más, en las modernas viviendas, se tiende a dejar un rincón que vuelva a simbolizar esa unión con los elementos a través de la instalación de aparatos que invitan al recogimiento familiar, a las tertulias y al relax.

Cinco puntos a favor

“Todas las viviendas pueden tener su propio fuego” sentencian los especialistas en decoración y ambientación del hogar. Y es cierto, gracias a las muchas opciones de chimenea, estufa, pellet o incluso gas, cualquier tipo de vivienda puede disfrutar de su propio rincón del fuego.

Pero ¿cuáles son los beneficios de contar con este espacio decorativo?

Primero, la decoración: obviamente la estética es lo primero que se va a valorar. Aportar a una estancia un rincón con llamas ofrece la sensación de hogar, de calor, de recogimiento y de conversación. Nada más elegante que decorar alrededor de este elemento para conseguir un rincón único.

Segundo, el ahorro energético, que tanto importa por estos tiempos: el calor que desprenden este tipo de instalaciones, cuando están bien hechas, ayuda al ahorro energético ya que la capacidad calorífica supera cualquier otra.

Luego tenemos el tiempo de calidad en familia: se ha demostrado en estudios que las conversaciones alrededor del fuego beneficiaban la conexión. Nada como dedicar un rato en familia alrededor del fuego para inspirar la relación y conversar sin apuros.

También resulta un rincón anti estrés: dejar reposar la mirada en las llamas es uno de los relajantes más potentes que puede haber. Desconectar, dejar la mente en blanco y quitar todo lo acumulado durante el día es una de las mejores terapias que se pueden regalar a diario en la vivienda. ¿Sabía que muchas de las grandes ideas se generan en ese momento de desconexión?

Por último, siempre es buen plan B: más allá de ahorrar energéticamente, si un día no hay luz en la casa y se tiene la calefacción en sistema eléctrico, no hay problema, no se quedará congelada. Apostar por la instalación profesional de una de las versiones disponibles puede sacar de un apuro.

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