El sueño de campeón de todo un país viajó anoche con la Selección Nacional
| 31 de Mayo de 2018 | 04:00

Con el sueño de campeón, compartido con todo un país, la Selección nacional viajó anoche rumbo a Barcelona, ciudad de España en la que completará la preparación con miras al Mundial que se desarrollará en Rusia, y la despedida verdaderamente fue multitudinaria, con fanáticos saludando a la delegación desde que abandonó el predio de Ezeiza pasadas las 21.
Ni el presidente Mauricio Macri se perdió la posibilidad de alentar al equipo que recibió su visita ayer por la tarde en la concentración, acompañado de su hija Antonia.
Esta respuesta de la gente, que festejó el paso del ómnibus que trasladó al equipo argentino al aeropuerto internacional de Ezeiza, completó un gran respaldo que ya se había manifestado el domingo en cancha de Huracán, en oportunidad de una práctica abierta, y el martes en la Bombonera, durante el ensayo con Haití.
Lejos pareció haber quedado el supuesto malestar por los resultados que le complicaron la clasificación en la etapa Eliminatoria, ya que atendiendo lo que sucedió en esta previa, los hinchas expresaron una gran ilusión en este plantel que tiene a Lionel Messi como principal referente y abanderado de la esperanza que se renueva. Esa de jugar los siete partidos que representan la condición de finalista.
Familias completas se movilizaron ayer para despedir al seleccionado, que antes del vuelo charter que lo trasladó a Barcelona, tuvo la posibilidad de recibir la caricia que significa el apoyo de simpatizantes que levantaron sus brazos, hicieron flamear banderas e hicieron todo lo posible para hacer conocer la aprobación a lo que será su andar en la competencia ecuménica que ya sacude al mundo entero.
Se registraron controles muy estrictos dentro del aeropuerto, que evitaron por completo el ingreso de cualquier persona ajena a la delegación y allegados de la AFA que estuvieron a cargo de un traslado que incluyó a juveniles del Sub-20, quienes oficiarán de sparrings en la preparación del equipo que tiene a Jorge Sampaoli al frente en calidad de entrenador.
Las banderas, camisetas celestes y blancas, y los celulares estuvieron activos para registrar imágenes únicas, que fueron posible hasta que la delegación entró al sector de embarque a la altura de una noche en que la temperatura bajó minuto a minuto.
Esta posibilidad que tuvo la gente de acercarse al predio de Ezeiza tuvo puntos de comparación con el viaje de la Selección nacional a las Copas del Mundo celebradas en Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Con una sensación popular de características similares, que en este caso pudo sorprender a algunos tras las finales perdidas en las últimas dos Copa América y en el Mundial de Brasil.
No solamente asistieron fanáticos a la concentración y el trayecto al aeropuerto, sino que hasta una banda de rock le puso música, color y calor. a una espera que se agitó cuando la delegación abandonó el predio afista, pasadas las 21, dejando ver a los jugadores mirando por las ventanillas, levantando pulgares, y registrando las manifestaciones de seguidores con características muy diversas, que incluyó familias enteras.
Con este clima, el mejor, la Selección nacional levantó vuelo anoche rumbo a Barcelona, ciudad en la cual Messi es rey, y donde el equipo argentino tendrá la posibilidad de aparecer como tal para viajar a Rusia, luego de hacer escala en Jerusalén, donde ensayará frente a Israel, para esperar el debut en la Copa del Mundo en un predio ubicado en las afueras de Moscú.
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