La calidad del aire que se respira en la Región

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El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelador de que nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado, en el que, además, advirtió que la polución ambiental causó la muerte de siete millones de personas, viene ratificar, especialmente para nuestra Región, la necesidad de que se impulsen políticas destinadas a la preservación de la calidad del aire, afectado por emisiones , contaminantes cada día más numerosas.

La OMS alertó que, a pesar de los progresos logrados y de los esfuerzos en marcha, todavía la inmensa mayoría de la población mundial, el 92 por ciento se afirma, respira aire contaminado en niveles muy peligrosos para la salud.

La entidad publicó en su informe que la muerte de siete millones de personas responde a la exposición a partículas finas en el aire contaminado, que penetran profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular, causando enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y problemas respiratorios.

Se sabe que, en nuestra zona, uno de los más acuciantes problemas se relaciona con los niveles de contaminación aérea, no sólo influidos -como en toda concentración urbana de magnitud- por las emisiones de un nutrido parque automotor y de la actividad propia de las ciudades que la integran, sino por la presencia entre ellas del enorme polo petroquímico.

Lo cierto es que en el curso de los años se han podido obtener algunas conclusiones ofrecidas por fuentes médicas, que relacionaron en forma directa muchos casos de trastornos respiratorios con emanaciones tóxicas producidas en la región. En cambio, desde la órbita oficial se ha mantenido desde hace mucho tiempo una posición reticente.

Hasta tal punto llegó ese hermetismo oficial que a fines de la década del ‘80 la Procuración bonaerense dispuso realizar una investigación de oficio, destinada a individualizar las fuentes emisoras y los alcances de la contaminación aérea en el polo petroquímico local, apelándose al concurso del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Pinturas, cuyo informe no dejó lugar a dudas acerca de cuál era cada una de las fuentes emisoras de contaminación y del alto poder patológico de las sustancias identificadas.

El sondeo de la OMS –que convalida a otros anteriores- puede y debe servir como punto de partida para iniciar una profunda investigación sobre la calidad del aire de nuestra región, cuyas conclusiones podrían ayudar a determinar los alcances de la contaminación aérea y, en su caso, las acciones preventivas y de índole sanitaria que debieran adoptarse.

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