Ropa de cama siempre nueva

Cómo guardar, limpiar y conseguir que las sábanas, frazadas y acolchados conserven sus fibras durante todo el año

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Con cada cambio de estación , además de ordenar el placard y reorganizar la ropa de invierno y de verano, también se suele hacer un cambio de la ropa de cama.

Se guardan las sábanas y acolchados de verano para dar paso a los plumones, mantas y frazadas.

No es raro que cuando se sacan estas prendas de los armarios nos encontremos con que tienen olor a humedad o se han manchado durante los meses que estuvieron guardadas.

Para que no suceda eso, les pasamos algunos trucos del guardado de la ropa de cama que hacen que la misma dure mucho más en perfectas condiciones.

Organización

Si se amontonan las sábanas y fundas como un revoltijo y no hay un juego entero completo, lo mejor es sacar todo, ordenar y doblar cada juego guardándolo junto.

Descartar

Muchas veces cuesta deshacerse de algunas piezas porque nos parece que en algún momento nos pueden servir para algo, aunque ese algo no tenga nada que ver con la cama. Hay que aprender a dejar a un lado cualquier conjunto de sábanas, mantas, almohadas o fundas que estén muy gastados o que tengan la medida de una cama que ya no hay en la casa.

En todo caso, si se guardan para otra finalidad, como cubrir muebles o utilizar de trapos, lo ideal es buscarle otro sitio de guardado que no sea el mismo donde se pone la ropa de cama en uso.

Respaldares

Si es una pieza textil, lo mejor es usar espuma para limpieza en seco.

Si por el contrario se trata de un cabecero con una superficie lisa de madera, con una toallita específica para este tipo de material o un paño ligeramente humedecido bastará.

Aspirar

Pasando la aspiradora una vez cada 20 días sobre el colchón y darlo vuelta favorecerá a eliminar la acumulación de polvo y la suciedad en profundidad que se haya ido acumulando en el colchón.

Protector del colchón

Al igual que se lavan las sábanas, el mismo tratamiento tiene que tener la funda del colchón. Es muy fácil que el protector retenga bacterias y algún elemento que haya manchado la cama.

Lavado en profundidad

Las sábanas no suelen tener manchas difíciles pero es importante lavarlas con agua templada o caliente, entre 40 y 60ºC. De este modo se eliminan las bacterias, los ácaros y desaparecen los restos de suciedad. También se recomienda que antes de poner el lavarropas, se revisen las etiquetas porque puede que requieran de algún cuidado especial.

La mayoría de las sábanas suelen ser de algodón, con algún porcentaje de poliéster. Es por eso que a la hora de lavar, es preferible usar el programa “algodón” y una temperatura de 60ºC, las sábanas saldrán completamente limpias. Si su composición son tejidos más delicados, hay que elegir un programa especial con el fin de evitar que se estropeen las fibras.

No hay que poner más jabón en polvo o líquido de la cuenta porque el lavarropa no podrá diosolverlo y puede que queden restos de detergente que harán que las sábanas no sean tan suaves.

Secado

Para secar las sábanas hay dos opciones: utilizar la secadora para tenerlas listas en poco rato y volver a hacer la cama es la opción más cómoda si no se tiene mucho tiempo, está lloviendo o no hay espacio para tenderlas. O bien, tenderlas al aire libre evitando que les dé el sol directamente, para que si son de color no lo pierdan, y si son blancas no adquieran un tono amarillo.

Después del secado hay que guardarlas lo antes posible para que no queden muy ásperas.

Truco extra: para guardar las sábanas y que no se mezclen, se puede doblar cada juego y guardarlo dentro de una de las fundas de las almohadas, formando un paquetito. Así será mucho más fácil localizarlos y los tendrás más que ordenados.

 

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