Reaparece el viejo fantasma de los impuestos internos para una franja mayor del mercado
Edición Impresa | 22 de Junio de 2018 | 02:23

Un vez más el impuesto interno que pagan los automóviles afecta de lleno al sector que ya ha comenzado a demandar al Gobierno una readecuación de las escalas.
En el caso de las importadoras de vehículos de importados provenientes de fuera de los países del Mercosur, que venden sus productos a valor dólar tras haber abonado un arancel externo del 35%, directamente tienen sus ventas paralizadas, y no sólo porque el precio del dólar ya está alrededor de un 50 % por encima de la cotización de principios de año. Además, muchos de esos modelos ya superaron la frontera a partir de la cual comienzan a pagar 20% de impuestos internos.
Desde enero de este año, hay una única escala que separa a los vehículos que pagan impuestos de los que no.
Formalmente es de $900.000, pero para hacer la cuenta final hay que agregarle impuestos y margen comercial minorista, hasta conformar un precio de entre $1.200.000 y $1.350.000.
En enero, con la divisa a $18,82, un vehículo de $1,35 millones equivalía a 71.000 dólares. Pero como el valor en pesos para el impuesto no fue modificado, ahora quedan afectados todos los vehículos cuyo precio al público supere los 48.000 dólares.
El impuesto interno es del 20%, pero su incidencia en el precio final encarece el vehículo en 25%
La Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), la entidad que agrupa a las automotrices que producen en el país, ya iniciaron gestiones reservadas con el secretario de Industria, Fernando Grasso: habrían pedido que el Gobierno suba en una proporción similar al aumento del dólar la suba la vara para que los modelos alcanzados por ese impuesto, ya que muerde los talones de al menos dos vehículos de producción local: la Toyota SW4 (por ahora, justo abajo del límite) y la Mercedes Benz Vito. También hay varios modelos importados desde Brasil que se acercan a la frontera de 1.230.000 y 1.400.000 pesos.
En el caso de los importados producidos fuera del Mercosur ya son decenas los modelos que superaron la barrera. Cabe recordar que el impuesto interno es del 20%, pero su incidencia en el precio final encarece el vehículo en 25%. De modo que además de tener que lidiar con un dólar, el impuesto termina de dejar sus productos fuera del mercado.
“Me parece que con esta disparada del dólar ya no tiene mucho sentido este impuesto. En mi opinión habría que suspenderlo hasta que haya un panorama mas claro”, dijo Ernesto Cavicchioli, vicepresidente de Hyundai Argentina, una de las marcas importadas con más presencia.
“No tiene sentido gravar algo que no se vende. Ante la no venta lo que hay que buscar es vender, entonces se debería suspender al menos hasta 2019. El Ejecutivo tiene la potestad de hacerlo por decreto en cualquier momento.
Simplemente tiene que sacar un decreto para dejar sin efecto transitoriamente ese impuesto. No se necesita pasar por el Congreso”.
Lo llamativo es que, hasta hace apenas unos días, las concesionarias vendían autos a más no poder: entre el 1 de enero y el 31 de mayo se patentaron 435.000 vehículos cero kilómetro.
Sin embargo desde Acara ahora están hablando de una desaceleración brusca.
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