El estadio, una joya de la modernidad, y también por su valor
| 26 de Junio de 2018 | 10:00

El estadio Krestovski, de San Petersburgo, donde hoy Argentina enfrentará a Nigeria por el pasaje a octavos de final del Mundial de Rusia 2018, es el más caro del mundo, ya que para su reciclado, que concluyó en abril del año pasado, se invirtieron más de 1.000 millones de dólares.
La modernidad es el común denominador de cada rincón de este bellísimo escenario futbolístico que cuenta ahora con capacidad para 70.000 espectadores y una novedosa superficie de campo de juego de césped retráctil, diseñada especialmente para protegerla de las grandes nevadas que caen en los largos inviernos de la región.
La grama se "esconde" cuando sobreviene ese fenómeno meteorológico y vuelve a su lugar cuando la nieve desaparece, evitando quemaduras y garantizando la perdurabilidad de las buenas condiciones del piso para los partidos que juega aquí como local el Fútbol Club Zenit.
En esta institución recalaron la temporada anterior cinco argentinos: Sebastián Driussi, Emanuel Mammana, Matías Kranevitter, junto a Emiliano Rigoni y Leandro Paredes.
El estadio, que se encuentra en la isla Krestovsky (de allí su nombre), se terminó de reconstruir con aportes del municipio local, ya que la empresa patrocinadora del club retiró partes de los fondos que había invertido a último momento, por lo que la suma global de lo gastado en el mismo ascendió a 1.100 millones de dólares.
Trabajando contra reloj, finalmente el Krestovski estuvo listo para la Copa de las Confederaciones del año pasado, ahora es una de las 11 sedes del Mundial y también lo será en un encuentro de la Eurocopa de 2020.
Allí, en ese estadio majestuoso, impecable y "muy caro", Argentina jugará en la noche rusa de hoy (aunque en realidad habrá luz solar durante todo el encuentro) ante Nigeria "la primera de las cinco finales que le quedan" en el Mundial, según aventuró este lunes su entrenador, Jorge Sampaoli.
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