Los primeros nueve días en la cueva, sin comida y sin luz

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Durante los primeros nueve días desde que quedaron aislados en la cueva, los chicos confesaron ayer que no comieron nada y que bebían el agua de la lluvia, casi siempre a oscuras. “Bebíamos el agua que caía de las rocas”, explicó Pornchai Khamluan, de 15 años.

“Intentamos cavar, pensando que no podíamos esperar a las autoridades, pero no sirvió de nada, dijo por su parte Ekkapol Chantawong, el entrenador de 25 años, el único adulto del grupo, que pasó varios años en un monasterio budista.

Antes de la rueda de prensa, los niños fueron atendidos por psiquiatras para asegurarse que las preguntas, preparadas de antemano, no les provocaran ningún trauma.

Los chicos salieron del hospital un día antes de lo previsto, donde habían permanecido más de una semana, y ahora el portavoz del gobierno tailandés, Sunsern Kaewkumnerd, espera que el contacto con la prensa sirva para que puedan “volver a la vida normal sin que los medios los molesten”.

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