En Ringuelet siguen jaqueados por robos con armas y apuntan contra El Mercadito

A una mujer, cinco jóvenes le sustrajeron el auto a punta de pistola en la puerta de su casa. Lo hallaron poco después en 118 y 515

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El asalto a mano armada que sufrió en la madrugada de ayer una mujer en la puerta de su casa en Ringuelet, volvió a poner el foco en un barrio donde este tipo de hechos parece no terminar nunca.

Desde el cruel y cobarde asesinato de Abril Bogado Scenna, la nena de 12 años el 5 de noviembre recibió un disparo en medio de un robo, cuando llegaba de una fiesta junto a la familia, se registraron varios casos más a pesar de los operativos de seguridad que se llevaron adelante en la zona.

El episodio ocurrido ayer, en 512 entre 11 y 12 (a dos cuadras de la casa de Abril), tuvo connotaciones similares al del crimen de la menor, si bien en esta oportunidad afortunadamente no hubo que lamentar heridos.

Según relató la víctima a este medio, el incidente sucedió a las 2.30 de la mañana, cuando Gabriela Lailla (50) retornaba a su casa tras haber ido a buscar a su hijo (17), que había salido a bailar al centro de La Plata.

Al arribar a la vivienda, ambos descendieron del auto, Citroën Xsara Picasso, para abrir la puerta del garaje.

“Tenía una de las hojas abiertas cuando mi hijo me señala a un grupo de jóvenes que venía caminando por 12, desde 511, y cruzó en diagonal hacia nosotros”, reveló la mujer, que en ese momento no pensó que fueran a robarles.

“Pensé que eran chicos que venían del boliche, no tenían ‘pinta’ de delincuentes”. No obstante, decidió tomar un recaudo: le dijo al adolescente que se fuera para adentro, actitud que más tarde destacaría.

Los delincuentes eran cinco y apenas le dieron tiempo a reaccionar.

“Dame toda la plata que tengas”

Cuatro se metieron en el vehículo, que estaba en contacto y con la puerta del conductor abierta, mientras un quinto se abalanzó hacia ella y le apuntó con un arma que extrajo de sus ropas.

“Dame toda la plata que tengas”, le ordenó.

Ante la sorpresa, Gabriela sólo atinó a levantar los brazos y alejarse hacia atrás unos pasos. “Te juro que no tengo nada”, le respondió. “Era cierto, la billetera me había quedado adentro del auto”, agregó.

El joven le creyó o estaba apurado; lo cierto es que ante la negativa dio media vuelta y se dirigió a la camioneta, donde lo esperaban sus cómplices.

Según la mujer, actuaron en forma mesurada a pesar de la corta edad que tenían. Eso también se manifestó en la forma en que huyeron del lugar.

“Les costó mucho hacer andar” el rodado, explicó Lailla. “Evidentemente no sabían manejar muy bien”, añadió.

Cuando los asaltantes se fueron, la mujer cerró con rapidez el portón y dio aviso al 911. Pocos minutos después, un patrullero se hizo presente y, tras tomarle declaración, alertaron al resto de los móviles.

Justo cuando hablaba por teléfono para dar de baja las tarjetas, llegó otro vehículo policial para avisarle que ya habían encontrado el coche.

Los ladrones, al observar que estaban siendo buscados por las autoridades, lo dejaron en 515 y 118 y se fugaron. En el apuro, no tomaron la cartera. “Solamente se llevaron una botella de agua y un celular viejo. También rompieron las luces internas, pero después por lo que pude ver estaba intacta”, contó la víctima, que en todo momento destacó al accionar policial.

Como se dijo, luego del crimen de Bogado, en ese sector de Ringuelet hubo atracos violentos en repetidas oportunidades.

Entre finales de 2017 y junio de 2018, se destacan los acometidos en 8 entre 518 y 518 bis, 115 y 515, 517 entre 3 bis y 4, 511, entre 25 y 26, 25 y 514, por mencionar algunos.

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