A un mes del adiós a Pelusa, en el ex Zoo siguen los traslados pero el futuro aún es incierto

Hace un mes, en los últimos minutos de un lunes gris y destemplado, la elefanta Pelusa moría dejando atrás tres días agónicos, un proyecto de mudanza trunco, una familia adoptiva de cuidadores y veterinarios desconsolada, y un intenso debate acerca de futuro del Zoo. La “reina” del paseo de avenida Iraola entre 52 y Centenario será recordada hoy en su antiguo ambiente, mediante un evento íntimo que hará hincapié en el proyecto de reconversión de todo el predio en un “bioparque”.

Ese horizonte ideal parece aún lejano, pero las autoridades afirman que se están dando los primeros pasos para alcanzarlo. Mientras tanto, el Bosque platense albergará unas inusuales vacaciones de invierno sin Zoológico, ya que sus puertas seguirán cerradas por tiempo indeterminado, “hasta que se justifique para el visitante volver a abrirlas”.

“Claro que no va a ser un día más el de mañana” resumió ayer Germán Larrán, subsecretario de Gestión Ambiental platense: “la gente del bioparque se va a tomar un momento para recordarla, hay un sentimiento muy fuerte todavía relacionado con su pérdida, que marca un antes y un después”.

En ese sentido, el funcionario expresó que “se está diagramando el armado de un espacio alusivo a Pelusa donde fuera su ambiente histórico; están circulando varias ideas que incluyen material visual, objetos, e incluso una convocatoria para artistas que quieran plasmar su homenaje desde la plástica”.

El “Bioparque” dotará con una impronta autóctona, educativa y conservacionista al viejo Zoo inaugurado en 1907. Pero es una incógnita cuándo sus 17 hectáreas comenzarán a funcionar como espacio abierto a los visitantes y destinado a la preservación, la rehabilitación y la conservación de especies animales y vegetales autóctonas de la Argentina que se encuentren amenazadas de extinción, o en estado de vulnerabilidad.

“Estamos definiendo el anteproyecto, sus áreas temáticas y circuitos, nuevos senderos, la recuperación del tren, la restauración de construcciones históricas, la creación de áreas de descanso y servicios al público... Es un trabajo de largo aliento que se irá desarrollando a medida que se consigan los recursos” admitió Larrán: “incluso vamos a montar un centro de rescate y recuperación de fauna, con una clínica veterinaria a la altura de las circunstancias”.

En el ínterin, seguirá la liberación de especímenes exóticos, que en los últimos dos años depositó a 80 de ellos en entornos más favorables para su calidad de vida.

Quedan todavía 450 animales, en su mayor parte aves. “Está en los planes reubicar progresivamente los ciervos axis, que son numerosos, el hipopótamo -una tarea difícil-, los antílopes y los búfalos” precisa Larrán: “uno de los leones se va a quedar, por su condición, pero otra leona, una tigresa, y un león que actualmente está a préstamo en Olavarría van a ser trasladados a santuarios en los Estados Unidos”.

Las aves autóctonas, los coipos, carpinchos, patos, flamencos, pumas, van a permanecer en ambientes adecuados para brindarles una mejor calidad de vida.

“La realidad es que no hay una fecha precisa para la reapertura, pero tenemos la certeza de estar transitando un camino correcto” concluyó Larrán “acorde con los nuevos paradigmas que se están adoptando en todo el mundo”.