Debe garantizarse un servicio de colectivos eficiente y confiable

Edición Impresa

En los últimos años -y podría hablarse de varias décadas atrás- ha sido habitual que en la temporada veraniega se extiendan las frecuencias de paso de los micros en la Ciudad -se alega que por influencia del régimen de vacaciones de los conductores y por la disminución del número de potenciales pasajeros- obligándose al público a permanecer largo tiempo en las paradas. Sin embargo, ese problema se está presentando ahora, cuando aún corre el invierno.

Tal como se informó, el problema se agudiza ahora los fines de semana en perjuicio de miles de usuarios obligados a enfrentar esas demoras. Esa situación ha originado ahora la presentación en el Concejo Deliberante de un pedido de informes, destinado a que la Municipalidad intervenga y ordene a las empresas cumplir con las frecuencias propias del servicio, sugiriéndose además que se las inste a incorporar más unidades en los horarios pico.

Quienes impulsan la iniciativa sostuvieron que la mayoría de los usuarios espera treinta o muchos más minutos en las paradas hasta la llegada de los colectivos y que, como suele ser habitual, cuando llega un colectivo no se detiene, porque ya viene completo.

Se aludió, asimismo, a otras deficiencias tales como que los colectivos se encuentran en mal estado mecánico y son contaminantes, además de que no se encuentran adecuados para personas con movilidad reducida. Asimismo, se puso de relieve que existe una mala integración de los barrios con el caso urbano por los itinerarios existentes, entre otros problemas que merecerían correcciones por parte de la autoridad municipal.

Por lo pronto y como eje de la cuestión, debe señalarse que bajo ningún pretexto pueden permitirse defecciones, retaceos o demoras en la prestación de un servicio público, que resulta esencial para la calidad de vida de la población. Los usuarios sólo merecen la más íntegra y puntual de las prestaciones, a lo largo de los doce meses del año.

Es obvio que las empresas de transporte pueden buscar fórmulas racionales que las hagan mantener un ritmo de frecuencias acorde a la demanda que plantea el universo de los pasajeros. Pero ningún servicio público puede prestarse en forma incompleta. La necesidad y el derecho de un solo pasajero son tan respetables como los de miles.

Es imperioso, por consiguiente, que las autoridades hagan lo que corresponda para que se vea asegurado en la Región, por parte de las empresas del transporte de pasajeros, el cumplimiento de una prestación confiable y eficiente, tanto en lo que se refiere a los horarios como a los demás requerimientos que hacen eficiente a un servicio.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE