Un reencuentro apurado para reunir fuerzas en la adversidad
Edición Impresa | 4 de Agosto de 2018 | 02:56

Por MARIANO SPEZZAPRIA
mspezzapria@gmail.com
No la están pasando bien. Ambos tienen problemas con la Justicia y mantienen un enfrentamiento sin retorno con el Gobierno.
Esas dificultades coincidentes los acercaron en los últimos días más que en los últimos siete años, en los que no hablaron ni una sola vez.
Cristina Kirchner y Hugo Moyano se vieron ayer las caras y sellaron una paz política forzada por las circunstancias.
La senadora y el jefe camionero coincidieron en Cañuelas, donde sesionó un plenario del gremio SMATA. Allí se trazó un diagnóstico de rotundo rechazo al rumbo económico que lleva la gestión de Cambiemos.
Por cierto que en ese punto existe una mirada similar a otros sectores de la oposición, pero la diferencia es que a Cristina y a Moyano los acucian los tiempos judiciales.
La ex presidenta está siendo requerida en una investigación de la que surgen acusaciones de corrupción durante sus mandatos (2007-2015) por serias irregularidades con la obra pública. Y que reabre el debate sobre el alcance de los fueros parlamentarios.
Más que nunca, entonces, el fin del acercamiento entre Cristina y Moyano parece ser el de unir fuerzas ante la adversidad.
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