Una gratificación primaria
Edición Impresa | 5 de Agosto de 2018 | 03:31

NORBERTO RUSSO
Nutricionista
Son pocas las personas que comen porque tienen hambre, la mayoría de mis pacientes obesos dicen que jamás han sentido hambre porque siempre comen antes de que su cuerpo siente la necesidad. Deberíamos aceptar que comer es un placer, se trata de una gratificación primaria que nos hace sentir bien. Es también un tranquilizante natural que nos calma. La gratificación oral de comer es algo que se nos instruye aún antes de que seamos capaces de pensar, sobretodo con lo que respecta al azúcar. El comer es un símbolo de cariño, que magnifica el placer cuando se trata de una experiencia compartida. Son pocos los que engordan por dulces, el pensador que hay en uno no come; el que come es esa parte de uno que siente. Todos los pensamientos lógicos racionales no harán nada para ayudar a bajar de peso. A la parte que siente no le interesa lo que se piensa. Razón por lo que es tan fácil entusiasmarse con la idea de bajar de peso después de comer, es decir cuando ya esta calmado el apetito.
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