El paro general puso en punto muerto a la Ciudad y dejó las calles vacías

Por la adhesión de servicios clave, casi no hubo movimiento urbano. La actividad comercial estuvo “a media máquina”. La Terminal y la Estación, un desierto

Edición Impresa

El paro general, con la adhesión de sectores clave como el transporte, la educación, la salud pública y los bancos, impactó con rigor en la Región.

Cerca de la ante medianoche, con la mayoría de los micros ya sin circular, la Ciudad bajó su ritmo a cero y apenas recuperó algo de su movimiento habitual durante la mañana de ayer y un poco más a la tarde, cuando algunos comercios levantaron sus persianas por un rato. Pero la postal general del casco urbano platense fue la de un día con sus actividades totalmente paralizadas.

En las calles céntricas se vio un paisaje infrecuente, ni siquiera comparable con el de los domingos o los días feriados, ya que en esas jornadas transitan algunos micros. El clima que se vivió dentro de la cuadrícula urbana se puede sintetizar así: hubo una ausencia total de colectivos, las paradas de taxis permanecieron la mayor parte del tiempo vacías, se observó una disparidad notable de locales comerciales cerrados y abiertos y andaban muy pocos vehículos particulares. La avenida 7 y otros centros comerciales como el de 8, 9, diagonal 74 y 12 mostraban, casi como único movimiento, el de algunos vecinos que aprovecharon la falta de actividad en sus trabajos o en sus estudios y salieron a pasear, pues acompañó, en ese sentido, un día soleado y con temperatura templada, ideal para salir a caminar.

La falta de gente en las calles fue crucial a la hora de decidir abrir o mantener los comercios cerrados

 

También le puso un tono particular al centro platense el hecho de que la Municipalidad no cobró estacionamiento medido y eso, sumado a la poca gente que circuló en automóvil, hizo que hubiera lugar disponible para dejar el vehículo donde se quisiera.

Algo que contribuyó también al cuadro desértico del Centro fue el acatamiento total a la medida de fuerza en la administración pública que, en nuestra ciudad, incluye reparticiones municipales, provinciales y nacionales. Ninguna de ellas trabajó.

Lo mismo sucedió con casi todos los establecimientos de enseñanza. En ninguno de la educación provincial -ni públicos ni privados-, ya sea inicial, primario, secundario, o terciario se dictaron clases. A nivel universitario, la adhesión fue prácticamente total.

En pleno centro, con mayor precisión en 47 entre 8 y 9, en la puerta de las oficinas de Movistar, lo único que rompió el silencio de un día paralizado por completo fue la música y las proclamas de trabajadores del gremio de los telefónicos -S.O.E.E.S.I.T-. Reclamaban, a través de potentes parlantes, la reapertura de las negociaciones paritarias en el sector y cuestionaban, asimismo, “la caída del salario real” y la “modificación de ley jubilatoria”.

ESTACIÓN FANTASMA

Como congeladas en una escena en la que desapareció todo ser viviente y quedó sólo el marco físico del lugar se vieron a lo largo del día la Terminal de Ómnibus y la Estación de Trenes. Es que la UTA (que nuclea al autotransporte) y los gremios ferroviarios se sumaron a la protesta contra las políticas económicas que lleva a cabo el Gobierno nacional, y ambos sectores, se sabe, son determinantes a la hora de evaluar los resultados de una convocatoria a huelga general. Como suele decirse, si paran el transporte de pasajeros y de carga, “se para el país”.

El panorama en la autopista La Plata-Buenos Aires también se distinguió del resto de los días. Fue muy escaso el flujo vehicular y algo que llamó la atención a este diario es que eran muchos más coches los que se dirigían a esta ciudad que los que iban en sentido a la capital federal. Sin empleados que atendieran las cabinas de peaje y con las barreras bajas en los puestos de ese cobro, viajar a través del corredor fue gratis para todos los usuarios.

Tampoco se registró mucho movimiento en los otros accesos a la Ciudad, concretamente en los caminos Belgrano y Centenario y en las avenidas 520, 32, 44, 60 y 66, 72, 1 y 7. Frente a la parálisis de la mayoría de las actividades los vecinos que viven en las afueras de La Plata en Berisso o Ensenada prefirieron quedarse en sus casas.

UNOS SÍ, OTROS NO

Algo curioso ocurrió con la actividad mercantil. La gran mayoría de los negocios no abrió de entrada, en su horario habitual de la mañana, y en las primeras horas del día todos los centros comerciales se mostraban desolados. Pero con el correr de las horas y la comprobación de que la jornada transcurría tranquila, algunos optaron por trabajar, aunque sea unas horas, porque al caer la tarde ya no quedaba, literal, ni un alma en las calles, y los más decidieron cerrar antes de hora.

La falta de gente en las calles fue crucial a la hora de decidir, en los locales de los más diversos rubros, abrir o mantenerlos cerrados. Muchos propietarios e incluso empleados que asistieron a sus trabajos resaltaron la ausencia de potenciales clientes en las calles y la escasa rentabilidad del día por las casi nulas ventas.

Entre los taxistas el paro fue contundente a la mañana pero algunos trabajaron a la tarde

 

Entre el transporte público, los taxistas suelen ser bastante independientes para manifestarse frente a un paro general. Sin embargo, en esta oportunidad, el acatamiento del sector fue bien alto. “A la mañana la medida fue contundente: casi nadie sacó el auto; pero a la tarde, algunos, muy pocos, que necesitaban el ingreso para comer, salieron a trabajar”, sintetizó el secretario general del Sindicato de Conductores de Taxis de La Plata, Juan Carlos Berón.

SIN RECOLECCIÓN, CESTOS REPLETOS

Perteneciente al gremio de los camioneros, el personal que trabaja en la recolección de basura de Esur acató la huelga y los camiones recolectores no realizaron sus recorridos habituales. Algunos vecinos fueron prudentes y guardaron las bolsas hasta hoy, mientras que hubo casos en que los cestos quedaron al tope.

 

Breves

EL CEMENTERIO, SOLO PARA VISITAS
En el Cementerio local la medida de fuerza también se hizo sentir. “Solo estamos abiertos para visitas”, explicaban los trabajadores del predio de 131 y 72, donde encima vienen llevando adelante una medida de fuerza por falta de agua y herramientas.

POR LA TARDE, A UN RITMO DISTINTO
Sobre todo por la tarde, en los centros comerciales de calle 8 y 12, así como aquellos locales que se alinean sobre la avenida 19 permanecieron abiertos. Pero, según se pudo apreciar, muchos de esos comercios y cervecerías eran atendidos por sus dueños.

ABIERTOS PARA URGENCIAS
Los centros de salud de la Región estuvieron atendiendo pacientes pero sólo para los casos de urgencias. Debido a la adhesión de los gremios del sector, los trabajadores de la Salud no atendieron el resto de las consultas. Por lo mismo, fue escaso el movimiento en los centros sanitarios.

BERISSO Y ENSENADA
El acatamiento fue contundente en toda la Región. Los centros comerciales de las localidades de Berisso y Ensenada también mostraron un paisaje atípico, con la mayoría de las persianas bajas, mientras que los establecimientos educativos estuvieron sin clases.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE