El Gobierno reconoce la emergencia y pega un volantazo con las retenciones

Análisis por MARIANO SPEZZAPRIA

Análisis por MARIANO SPEZZAPRIA

Tardó varios meses, pero el Gobierno salió finalmente hoy a caracterizar la situación económica del país como una “emergencia” que supera largamente a la “tormenta” de la que venían hablando el presidente Mauricio Macri y sus principales funcionarios. Se trató de una puesta a punto de la administración de Cambiemos para encarar los problemas desde una base real.

El discurso del optimismo dejó así paso a otro de reconocimiento de que Macri encabeza una “transición” entre el modelo político y económico que instauró el kirchnerismo y otro que, a juzgar por las circunstancias, todavía no alumbró. “Somos distintos de un pasado que rechazan. Por eso nos eligieron los argentinos”, advirtió el Presidente en un mensaje grabado de 25 minutos.

De ese modo, Macri ensayó nuevamente una afirmación identitaria de Cambiemos por vía de la contraposición con Cristina Kirchner, quien a la misma hora de los anuncios gubernamentales ingresaba a los tribunales de Comodoro Py. El Presidente pronunció cuatro veces la palabra “corrupción” y el ministro Nicolás Dujovne habló del “gobierno que saqueó a la Argentina”.

Pero más allá de las consideraciones políticas, el Gobierno pegó este lunes un golpe de timón en materia económica. La imposición de retenciones a la actividad exportadora –como anticipó EL DIA en la edición impresa de hoy- puede ser considerada como un viraje de alto impacto, con el cual la Casa Rosada buscará ablandar la reticencia de los gobernadores a avalar el ajuste fiscal.

De hecho, una parte importante de la nueva meta de “déficit cero” que anunció Dujovne antes de su viaje a Washington para actualizar el acuerdo con el FMI, descansará en la recaudación de las retenciones, con las que el Gobierno espera reunir 68.000 millones de pesos en lo que resta de 2018 y otros 280.000 millones en 2019. Ahora, la última palabra la volverán a tener los mercados.

Aunque mientras la expectativa estaba puesta nuevamente en la cotización del dólar, que Macri y sus funcionarios seguían minuto a minuto en la Casa Rosada, el Gobierno todavía pulía el nuevo organigrama del Gabinete, para ponerlo a tono con el recorte de gastos que anunció Dujovne. A varios ministros les confirmaron hoy mismo que serán rebajados a secretarios de Estado.

Entre ellos, la decisión más polémica fue la integración de la cartera de Salud, histórica en el país, al Ministerio de Desarrollo Social, que sigue a cargo de Carolina Stanley, pero ahora con más poder político porque también tendrá bajo su órbita a la ANSES. En tanto que los ministerios de Cultura, Ambiente, Ciencia, Agricultura y Energía pasarán a ser secretarías, con menos presupuesto. 

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