Mujeres que impulsan una iniciativa de incalculable valor

Una vez más un grupo de madres de la Región impulsa antes del inicio del ciclo educativo una campaña destinada a recibir donaciones que permitan armar mochilas escolares para entregar a los chicos más humildes, secundadas por una red de locales situados en distintos barrios que recibirán el aporte de los vecinos. Tal iniciativa merece el más amplio respaldo y es seguro que los platenses demostrarán una vez más su indudable espíritu comunitario.

Se trata de madres que no piensan sólo en sus hijos, sino en otros chicos que, con dificultades económicas en sus familias, no pueden acceder a mochilas nuevas y llenas de útiles escolares. De modo que, aún en pleno período de vacaciones, trabajan para que muchos de esos chicos puedan disponer el mes que viene de una mochila completa. A esas mujeres se las conoce como las “mochileras platenses”, aunque ellas se agruparon bajo la denominación de “Proyecto Mochila La Plata”.

La iniciativa, según se precisó, se inició en 2017 y en esa oportunidad lograron armar y donar 93 mochilas escolares completas. El año pasado esa cantidad subió a un total de 454 mochilas repletas de útiles escolares y, según adelantaron, este año esperan sobrepasar las mil.

Tal como se señaló, las madres lograron sumar a numerosos locales comerciales que se ocupan de recibir el material y difundir el objetivo a través del Facebook Proyecto Mochila La Plata, estableciéndose además una serie de contactos con dirigentes ligados a las comunidades educativas de distintas localidades platenses.

Se ha dicho muchas veces en esta columna que una de las conquistas más trascendentes de la llamada escuela pública que se instauró hace más de un siglo en nuestro país, proyectada y consolidada a partir de principios vanguardistas, consistió en bregar por la igualdad de oportunidades para todos los alumnos. La excelencia lograda entonces -admirada en el mundo entero, al punto de que muchos países incorporaron a sus programas escolares el modelo argentino- se revirtió después, hasta el punto de llegarse a un verdadero quebranto del sistema educativo, acosado por carencias propias y por las que, en forma gradual y sostenida, vino exhibiendo un medio social cada vez más pauperizado.

Está claro que en la actualidad abundan demandas sociales que merecen un tratamiento especial, en situaciones que superan seguramente los planos declamatorios y que reclaman soluciones efectivas. Por ello es que resultan de enorme trascendencia las respuestas eficaces que puedan surgir frente a esos requerimientos, sean desde el Estado como las que se impulsan desde la sociedad.

Más allá de que sean las autoridades educativas las primeras responsables a la hora de garantizar, para todos los alumnos, el principio de igualdad de oportunidades, la campaña que impulsa ahora un grupo de madres platenses debe ser debidamente valorada, en la medida en que convierte en evidente que la solidaridad no sólo es posible, sino que, además, puede convertirse en una práctica de incalculable valor social.

Quienes respondan a ella no sólo cumplirán frente a un pedido de ayuda de índole material, sino que se acercarán espiritualmente al universo de esos niños que necesitan contención. Y que, rodeados de libros y útiles escolares, podrán permitirle a la sociedad una mirada mucho más esperanzadora sobre el futuro que ellos y nuestra sociedad merecen.