“Guerrera”, la bandera de los 4 mil cuadrados y los 1.400 nombres

La bandera warrior (guerrera) que terminó de coserse en La Plata durante la previa de la marcha del 34 Encuentro Nacional de Mujeres, fue una iniciativa de Tejiendo Feminismos, una organización nacida para visibilizar la violencia contra las mujeres y las personas trans.

En marzo, María del Mar Gelabert, Daniela y Victoria Zapata, lanzaron la consigna de bordar cuadraditos de lana con nombres de mujeres víctimas de femicidio o de trata que unieron en una sola manta de 150 metros, 4000 cuadrados y 1400 nombres.

La expectativa de las organizadoras era que fuera “la bandera feminista más warrior del planeta”, anunciaron en las redes.

“Nos parecía importante que esta actividad estuviera tejida por mujeres de todo el país y por eso lanzamos una convocatoria que se viralizó y llegó hasta acá”, dijo a El Día Daniela, mientras unía los últimos cuadrados de 20 por 20 centímetros, en la esquina de 6 y diagonal 80 junto a unas 20 mujeres.

La lista de nombres fue recolectada en las bases de datos de organismos feministas y del registro “que llevan pibas de todas las provincias con nombres y apellidos de compañeras que ya no están”, explicaron las promotoras de esta idea.

Sobre un fondo de crochet verde, por ser el color de la Campaña por Aborto legal y con inscripciones en blanco, a lo largo de una cuadra y media pueden leerse los nombres de las víctimas de la violencia machista entre frases que son un símbolo de la lucha para detenerla: Ni Una Menos, Vivas Nos Queremos, y Vivas y Libres.

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“Esta bandera se hizo con el esfuerzo, la colaboración y sororidad de todas las mujeres y hasta ahora la estamos tejiendo”, agradece Daniela.

El mismo trabajo se dieron los Familiares Atravesados por el Feminicidio, una organización de madres, padres, hermanos, tíos, cuñadas que tienen familiares víctimas de la violencia de género y constituyeron una red para reclamar justicia y contenerse.

De cuatro metros por dos, y en violeta, la bandera tejida con los nombres de las mujeres asesinadas, colgaba como un gran crespón negro en las rejas del estacionamiento de 7 y 50.